Frente a la carta de lectores enviada ayer por Alejandro, vecino de Castores, y compartida en este mismo espacio, una pareja también vecina del barrio da una respuesta a lo sucedido durante el fin de semana:
«Estimado,
Creo que los ciclistas a los que te referís son, mi hijo y su novia. Se habían acercado al baldío para ver a los carpinchos. Cuando la persona se acerco a preguntarles que hacían allí, le contestaron que estaban paseando. Se sintieron incómodos por la forma de ser abordados, siendo ellos también vecinos. Decidieron salir a dar una vuelta por fuera de Castores. En la Avenida de los Lagos fueron parados por una camioneta de seguridad. Se identificaron correctamente y le contaron a la vigilancia que habían estado viendo a los carpinchos. Mi hijo me contó lo sucedido al regreso a casa
¿Será que es necesario que todos los vecinos estemos encerrados en nuestras casas y que para pasear llevemos una patente de vecino, pechera con numero de lote, permiso para circular? Creo que estamos demasiado sensibilizados y vemos enemigos donde no los hay. Yo vivo en un lote que da al lago central, todos los días veo decenas de personas que no conozco remando. Porque, si deseamos vivir encapsulados, estos deportistas deberían estar prohibidos.
La guardia procedió correctamente. Los INDIVIDUOS fueron identificados como propietarios, y me parece que hubiera sido correcto llamar a la misma para conocer si se había procedido a ubicar a los INTRUSOS.
Gracias por leer esto.
Jorge Reh y Analía Sánchez»