¿Quién no quiere ser feliz? Estar contento, experimentar buenos momentos, liberarse del stress, estar más conectado con lo importante y no perderse en lo urgente, que el trabajo y el dinero sean sólo un medio y no un fin, que los afectos sean correspondidos, y las relaciones humanas no nos hagan sufrir, que las pérdidas sean llevaderas, comprensibles, disfrutar cada momento en su totalidad, sin perdernos ni distraernos, ser consiente del otro, conectarse con los que nos rodean.
Hacer el curso del Arte de Vivir, al menos el primero -“Happiness”- que es el que pudimos experimentar, es un modo más de parar la pelota y volver a poner el foco. Es una experiencia que te brinda herramientas sanas para aprender a reenfocar, a plantear una perspectiva que te ayude a estar mejor. No se trata de cosas extraordinarias, sino de cosas diríamos, en el buen sentido, ordinarias, sencillas, pero que en la modernidad de nuestras vidas, se entreveran con tantos temas que al final se pierden de foco. Son elementos básicos que nos ayudan a estar mejor. El curso se basa en una técnica de respiración única y poderosa que elimina el estrés, transforma las emociones negativas, oxigena las células y libera las toxinas acumuladas en el organismo. De esta forma se aumenta la claridad y la concentración, se eliminan las emociones negativas y los hábitos no deseados, se incrementa la energía vital y se mejora la calidad del sueño.
Alguna vez escuché la frase de un sobreviviente de un accidente aéreo que decía: “A partir de ese día, comencé a vivir como si mañana se me pudiera caer el avión que me trasporta”. ¿Te das cuenta cómo cambia la perspectiva? Claramente: ¿perderías tiempo protestando por el tráfico o criticando a un conocido? ¿Comprarías todo lo que ves exhibido en tu computadora? ¿Es necesario vivir algo tan extremo para que tomemos real consciencia? Lamentablemente, muchas veces, sí.
Un retiro, rezar, hacer trabajo comunitario, ir a misa los domingos, hacer meditación, participar de este tipo de cursos, leer autoayuda, son diversos caminos, cada uno los puede experimentar, y siempre y cuando sea el momento adecuado para estar receptivo, cada uno lo puede capitalizar. Son puntas de lanza que pueden iniciar un camino hacia el cambio, hacia la vuelta a lo esencial. Pero sin duda, el foco en la eliminación del stress que tan absorbido nos tiene a muchos, es algo característico de este curso y de la técnica enseñada durante estas jornadas. Hoy el curso es más sintético, son apenas 3 noches de 19 a 22hs y encima se realiza aquí cerca, en Nordelta.
Estamos perdidos en lo cotidiano y en la rutina y nos olvidamos que de aquí, todos nos iremos como vinimos al mundo y lo único que nos hará trascender es cuánto amor, cuánto cariño hayamos sembrado. A la larga o a la corta, no le demos más vueltas, eso es lo que va a terminar pasando, depende de cada uno cómo recorramos ese camino.
Por Mercedes Cordeyro
RECUADRO 1 – Sobre El Arte de Vivir:
El Arte de Vivir es una ONG humanitaria, educativa y sin fines de lucro, fundada en 1981 por Sri Sri Ravi Shankar. Su trabajo, en más de 150 países, está enfocado en el manejo del estrés y en las iniciativas de servicio para el bienestar de la comunidad.
El Arte de Vivir difunde la paz en distintas comunidades a través de diversos proyectos humanitarios. Estos incluyen: alivio en zonas de desastres naturales, resolución de conflictos, proyectos de desarrollo sustentable, empoderamiento de la mujer, rehabilitación de personas privadas de su libertad y programas educativos.
RECUADRO 2:
Contacto para cursos en la zona:
Celular: 11-5529-0811
Me mandas info quiero hacer el curso gracias.