Durante muchas semanas, meses incluso, todos los que pasamos a visitar el Boulevard Sáenz Peña en Tigre nos quedábamos mirando con curiosidad el trabajo colectivo que allí iba tomando forma. En uno de sus pasillos se vislumbraba el nacimiento de El Árbol de la Vida, pero no sabíamos cómo sería su apariencia final. Hasta ahora. Después de tanto trabajo, se puede disfrutar de la idea original que tuvieron Tati Uriburu e Ildiko Kesseru y que contó con el artista Marcelo Gaggino como gran promotor, generando un encuentro de colegas para que el proyecto creciera con el aporte de vecinos, turistas y otros artistas de diferentes ciudades. Entre quienes dijeron presente, pasaron por allí Fernando Bekir, Paola San Juán, Lorena Faiad, Liliana Waisman, Gustavo Rafael, Mariela Gatto, Norma Rodicio, Marina Gatto, Gabriela Franco, Gastón Cortés, Mariángeles Vicente, Jani Marcos, Rosana Guardia, Victoria Carboni, Mercedes Garabano, Claudia Soiget, Cintia Besanzini, Mónica Pira, María Inés Amado y Matias Montero Lacasa, por citar solamente algunos.
“La idea de hacer una obra en mosaico colectivo surgió de mi impresión clara de que iba a ser un Árbol de la Vida en la puerta de Almacén de Tigre. Me di cuenta de que la vida es lo aprendido en conjunto y hay una participación necesaria de los otros en el proceso de quienes somos y nuestra en quienes son los otros; y de que de lo roto se hace lo entero. Y supe que quería plasmar en arte y agradecimiento este camino. Se le pidió permiso a la dueña de casa y al artista que estaba antes en esa pared elegida y, obtenidos ambos, se puso manos a la obra”, explica Tati Uriburu a Locally. “La obra final es lo colectivo, se fueron haciendo correcciones de equilibrio durante el proceso, para lo cual fue esencial la guía del maestro mosaiquista Marcelo Gaggino, siempre primando el pensamiento de lo colectivo, del dejar ser, de la confianza, libertad y el juego. Marcelo tiene muy en claro el proceso creativo, al cual él se entrega todo los días de su vida, con lo cual, fue un excelente director de la obra”.
A lo largo del proceso creativo, la invitación estuvo abierta para todos aquellos vecinos, amigos y turistas que tuvieran ganas de sumarse a la actividad como parte de los festejos por los 7 años del Boulevard Sáenz Peña. De esta manera, se pudo acercar materiales de revestimiento, lozas, vajilla y cerámica que luego serían utilizados en la obra. El Árbol de la vida comenzó a construirse en agosto de este año y más de 20 artistas se sumaron a este mural inclusivo y comunitario de mosaicos. Ahora bien, si a veces cuesta ponernos de acuerdo con gente que conocemos, cómo se hace para aunar tantos estilos y criterios, ¿cuáles son los aspectos más complicados de realizar una obra colectiva? “Es bueno que hagas esta pregunta porque este proceso nos enseñó justamente que no hay aspectos complicados, sino muy superadores cuando la obra es en conjunto”, asegura Tati. “Estamos frente a una experiencia donde las personas eligen participar y descubren al hacerlo lo gratificante que es el proceso creativo, ya que no todos son artistas -pero todos somos capaces de crear-, y el premio es el resultado de una obra muy linda que está a la vista. Conjunto de artistas y aficionados, donde la gente que pasa se saca fotos, se detiene a mirarla de verdad, sonríe y se encantan. Los niños la tocan, preguntan. El arte que atraviesa la pared y vuelve al espectador que se va con una sonrisa, no puede haber mejor premio que el agradecimiento.
-¿De qué modo se puede seguir contribuyendo al armado del árbol?
-Hay detalles finales que seguir retocando que se harán pronto y está la idea de darle alguna función, así que estamos abiertos a propuestas si es que no surge pronto alguna función que le demos en conjunto aquellos que más metimos mano en la obra.
-¿Cómo fueron los primeros comentarios que fueron recibiendo del público y vecinos del Boulevard Sáenz Peña?
-Todos positivos, de alegría, de sensación, de arte, de belleza. Se acercaron con mate, con ganas. Recibimos muchísimos aportes de tiempo y de materiales. La residencia Villa Rosa de Tigre nos dio el andamio corto y la Municipalidad el andamio alto que necesitamos para terminarla. Siempre fue un placer dejarlo ocurrir y sorprendernos en el proceso.
-¿Tienen nuevos proyectos grupales en el BSP o en otros espacios?
-Sí, aquí mismo en el pasillo se viene pronto otro mosaico y se vienen varios proyectos en comunidad que tienen que ver con soluciones sociales a la vida diaria.
Por Damián Serviddio
RECUARDO:
Si lo visitás, usá el hashtag #ElArbolDeLaVidaMosaicoMural en todas las redes sociales.
El proceso completo de su armado se lo puede ver en la fan page www.facebook.com/GAGGINHEIM-store