Durante el verano las temperaturas aumentan y con ellas la lista de actividades que hacemos al aire libre, por eso resulta importante saber exactamente cómo tratar nuestra piel durante los meses más calurosos del año para que luzca hermosa y saludable. Prevenir los efectos nocivos del sol, proteger la piel y garantizar la hidratación son aspectos importantes que no podemos pasar por alto durante estos meses.
Hay una clave básica para cuidar la piel en verano que nunca debemos olvidar: protegerla del sol. Cada vez que vayas a la playa, a la pileta, a un picnic, a correr al aire libre o a practicar cualquier otra actividad bajo el sol, es muy importante usar un protector solar adecuado según el tipo de piel, a fin de evitar el gran daño que causan los rayos UV/UVA. El exceso de sol no sólo hace que nuestra piel se deteriore y enrojezca, sino que además acelera el proceso de envejecimiento y puede ser responsable de manchas en la piel o peligrosas enfermedades como el cáncer.
Es importante elegir un protector facial que permita proteger esta delicada zona y uno corporal especial para una piel menos delicada pero igualmente expuesta a los posibles daños.
El horario en el cual el sol es más intenso y dañino va desde las 10 hasta las 16, de manera tal que durante este período es importante aumentar la protección y aplicar la crema solar con más frecuencia.
La hidratación de la piel también es muy importante ya que las altas temperaturas, la piscina, el mar y todas las actividades típicas del verano hacen que se reseque más de lo normal. Los labios también necesitan atenciones especiales ante las temperaturas extremas, por eso es necesario usar productos específicos que combinen activos hidratantes, protectores y filtros solares.
Beber abundante líquido también ayudará a mejorar la apariencia de la piel y a mantenerte sana por dentro y por fuera, sobre todo durante largos períodos al sol.
Por Ing. Damaris Reynoso