Les acercamos tres recomendados de chick-lit para todos los gustos:
Los chicos del calendario
Candela Ríos, autora española, sufrió un desengaño amoroso… eso no sorprende a nadie, salvo por el hecho que tal vez sea la primera persona que fue abandonada vía instagram. Así es, no se trata de un error de tipeo, el cobarde de su novio posteó una foto dejando el departamento en común, agradeciéndole por los meses compartidos y subiéndose a un avión para comenzar una nueva vida en Perú. Fin de año, calor en Buenos Aires y abandonada del modo más humillante y público posible (a nadie se le escapa nada de lo que subimos a las redes sociales por más que no comenten o le den «me gusta» a los posteos), Cande cree que nada peor puede sucederle. Hasta que se entera que su mejor amiga Abril la filmó mientras ella hacía su descargo contra toda la masculinidad del cono sur y subió el video a YouTube. En pocas horas, «la mujer desencantada de los hombres» llegó a las dos millones de reproducciones y, con diferencia de algunos minutos, no sólo se entera de su fama repentina y no buscada, sino que el jefe de la editorial para la cual trabaja la cita a su oficina. Temiendo ser despedida, y con un enojo que va in crescendo, Candela se sorprende una vez más cuando, no sólo no la despiden, sino que le ofrecen escribir «Los chicos del calendario», una columna mensual que le permitirá viajar por todo el continente en busca del hombre ideal y luego escribir sobre sus vivencias. Primero ofendida, luego intrigada, decide aceptar con una condición: que su jefe sea el primero de ellos, el hombre del mes de enero.
Las cosas que no nos dijimos
Marc Levy recién publicó su primer libro a los 39 años, descubriendo su vocación y convirtiéndose en uno de los escritores franceses más vendidos de la actualidad. En esta obra de 2008, nos propone creer en lo imposible, una segunda oportunidad más allá de la muerte.
Tras el fallecimiento de su padre, un magnate frío y distante, Julia debe suspender su boda para asistir al funeral de su progenitor. Gran sorpresa se llevará al día siguiente cuando descubra el modo en que Anthony ha decidido compartir con ella unos últimos seis días y zanjar los asuntos pendientes que los distanciaron y que aún quedaban pendientes.
Escrito episódicamente y con innumerables interrupciones y saltos de locación, se siente que Levy pensó más en una transposición audiovisual de su obra al concebir la historia que en los lectores del libro. La traducción repleta de modismos españoles tampoco ayuda demasiado. «Las cosas que no nos dijimos» tiene buenas intenciones, pero pocos logros, entre los que se encuentra un acertadísimo golpe de timón en sus últimos párrafos.
Buscando a Audrey
Sophie Kinsella es la autora de la saga «Loca por las compras» que tan bien ha funcionado en las librerías pero cuya trasposición a la pantalla grande no logró convocar a la misma cantidad de personas. Varios años pasaron desde aquel momento y ahora Madeleine Wickham –tal es su nombre real- sigue volcada a la chick-lit, en este caso con la historia de Audrey, una adolescente que intenta reponerse de un brutal ataque por parte de sus compañeras de colegio. O por lo menos eso es lo que vamos descubriendo de a migajas, a medida que la autora en boca del personaje protagónico decide contarnos qué siente, cómo encara la recuperación, su tratamiento psicológico y lo que realmente ocurrió meses atrás. Sus padres parecen estar demasiado pendientes de su mejoría y de la fascinación de su hermano por los videojuegos, al punto de considerar la «adicción» de Frank el mayor problema de la familia. ¿Será que intentan sacarle algo de presión a Audrey o la realidad de las secuelas de acoso es demasiado dolorosa para encararla cara a cara? Con sus lentes de sol como escudo frente al mundo, Audrey parece marcar el ritmo de su tratamiento hasta que conoce a Linus y el amor incipiente puede convertirse en un poderoso acelerador.
Por Damián Serviddio