Los Millennials: multitasking e hiperconectados

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El paso del tiempo va generando cambios de costumbres que se ven reflejados en la cultura que caracteriza a cada época. A través de los años estas diferencias dieron diversos nombres a las generaciones que se fueron sucediendo. Así es que encontramos desde el comienzo del siglo XX la generación denominada “Vieja guardia” que contempla a los nacidos entre 1900 y 1924; luego la generación de los Promotores entre 1925 y 1942; los Baby Boomers entre 1943 y 1960; la Generación X o Bumerang que describe a los nacidos entre los años 1961 y 1981; la Generación Y o Millennials para denominar a aquellos que nacieron entre 1981 y 2001; y la actual Generación Z desde el 2002 y contando.

Cada época tiene sus encantos y resulta interesante el estudio de las características de todas ellas. Sin embargo los Millennials o Generación Y representan hoy el margen de la población joven, profesional y productiva por lo cual es motivo de estudio desde distintas áreas. Son hoy los que marcan el camino a transitar hacia el futuro. Sus características, distintas a las de las generaciones anteriores, marcan el paso hacia donde se dirigen las nuevas formas de consumo, las costumbres laborales y la nueva cultura. Los Millennials son nativos digitales. Se relacionan con la tecnología de un modo natural. Todas sus actividades se ven atravesadas por el uso de internet. Sobre todo lo que respecta a sus vínculos sociales.

Acostumbrados al modo multimedia, su comportamiento en general es el de realizar varias actividades al mismo tiempo, a esto se le llama “multitasking”, y está relacionado al modo de multipantalla. Pueden estar haciendo la tarea de la escuela, o de la universidad, o su trabajo mientras escuchan música y, a la vez, están al tanto de sus dispositivos electrónicos para enviar y contestar mensajes en las redes sociales.

Siguiendo las nuevas formas de comunicación planteadas por internet, prefieren ver series u otras alternativas propuestas por la web en lugar de mirar la televisión. Con esto se modifica también la elección que las marcas hacen para comunicar sus publicidades. La relación entre clientes y empresas es a través de las app (aplicaciones) que disponen en sus dispositivos inteligentes (smartphones). Antes de comprar buscan opiniones, consultan, comparten y comentan sobre los productos en las redes sociales. Valoran más la opinión de amigos que lo que dictan las marcas.

Son personas permanentemente conectadas, acostumbradas a un tipo de lenguaje multiplataforma. Es muy frecuente que sean nomófobos y appdictos, es decir, que muestren un exceso de conexión, que estén hiperconectados. Tanto la socialización, como el trabajo y el ocio están relacionados al uso de internet.

En la relación que muestran hacia el trabajo es, quizás, en donde podemos ver un salto desde las costumbres de las generaciones anteriores. Se trata de una generación que privilegia la libertad y la flexibilidad en todos los ámbitos de la vida. No sólo eso, sino que es fundamental para ellos ser quienes dirijan sus propias vidas y manejen sus tiempos. Plantean, sin duda, una innovación en las costumbres laborales. Debido a la influencia de la tecnología, la cotidianidad y la vida laboral están mezcladas, es por ello que los jóvenes buscan conseguir una armonía en esta relación.

En pocos años los Millennials representarán el 50% de la fuerza laboral y aproximadamente en el 2025 representarán al 75%, por lo cual serán ellos quienes estén al mando de las empresas más importantes que ya existen junto con los grandes emprendimientos que ellos mismos crearán. Por este motivo las empresas hoy deberían comenzar a modificar todo lo necesario para aumentar la productividad de los trabajadores con estas características nuevas. Desde la flexibilización de los horarios de trabajo, la arquitectura de los espacios laborales, hasta los incentivos a sus trabajadores. Estamos experimentando el pasaje de un modelo piramidal hacia la oficina abierta y el “home office”. El trabajo comienza a ser pensado como de intereses comunes y espacios colaborativos. Es de sustancial importancia para los nuevos trabajadores la consideración del ahorro de la energía y las elecciones de lo sustentable, nuevos modos de producción que concientizan el cuidado del planeta.

Esta generación desarrolla su productividad en espacios cómodos y abiertos que distan de los cubículos característicos del trabajo de la generación anterior. Y la tecnología permite que se pueda trabajar desde cualquier lugar volviendo obsoleta la idea tradicional de oficina. Las oficinas modernas que contemplan las necesidades de esta generación, cuentan con espacios abiertos con paredes de vidrio, espacios de concentración en lugares más chicos y sitios para socializar como cocinas y lugares de recreación y relax. Muy característico de esta generación es la elección del trabajo freelance (se refiere a trabajar de modo autónomo e independiente, es decir, realizar trabajos propios de su ocupación o profesión para terceros que requieren sus servicios). Esto es algo que difiere de la modalidad anterior de elegir un trabajo de por vida, buscando ascensos y permanencia en la misma empresa. Existe un síndrome llamado “de burnout” que describe un padecimiento relacionado a síntomas de estrés en el organismo tales como fatiga crónica e ineficacia que se desprenden de factores emocionales e interpersonales que se presentan en el trabajo. Dicho estrés laboral es el que los Millennials intentan evitar al elegir el tipo de trabajo freelance o multitasking. Es una manera de evitar los factores laborales estresantes. Buscan sentirse más a gusto en las elecciones que hagan sobre su vida laboral privilegiando el bienestar a la ganancia de dinero y a la perdurabilidad en el mismo puesto. El tiempo promedio que perduran en un mismo trabajo es entre un año y medio y tres años, mientras que mantienen una búsqueda activa de otras oportunidades laborales. Es por ello que las empresas tienen altos índices de rotación de empleados jóvenes. A ellos los motiva más el llegar a sus metas que lograr una seguridad financiera. Resalta además la característica de ser personas que no se ajustan fácilmente a las reglas fijadas de antemano. Prefieren comprender objetivos y diagramarlos en conjunto a la imposición de tareas.

Cuando hablamos de una nueva generación lo hacemos desde la evidencia de los cambios sobre generaciones anteriores. Esto no es sólo visible en el ámbito laboral. Se visualiza en todos los ámbitos. En la familia nos encontramos con hijos que nos manifiestan situaciones con respuestas totalmente diferentes a las que hubiéramos dado los adultos. El encuentro entre generaciones ha sido una constante a través del tiempo. Estas diferencias nos plantean la necesidad de comprender las nuevas respuestas y adaptarnos a las nuevas costumbres.

Los Millennials son jóvenes que han sido criados lejos del “porque sí”. Toda indicación de los padres ha sido explicada hasta que ellos mismos pudieran comprenderla. Esto dista mucho de las costumbres anteriores y explica de alguna manera la actitud que presentan frente a las empresas para las cuales trabajan. No aceptan nada de modo impuesto, buscan comprender y participar de la toma de decisiones. Todo es cuestionable hasta llegar a comprender.

Los mandatos culturales anteriores ya no tienen efecto sobre esta generación. Los padres de los Millennials han rezado “dedícate a lo que te haga felíz”, a diferencia de lo que les han dicho a ellos mismos, “dedícate a algo que te permita crecer profesionalmente”, que contradecía a su vez a la generación anterior que enseñaba “dedícate a algo que te genere estabilidad”.

Fueron criados con una mentalidad más abierta, sin tabúes sobre la sexualidad, con aceptación de las elecciones diferentes a la sexualidad tradicional. Fuera de las reglas rígidas y de las estructuras, bajo una mirada flexible y global.

Se los tilda de egocéntricos, listos, académicamente bien preparados, malcriados, impacientes y vagos. Nacieron en una época de prosperidad económica en hogares seguros y confortables. Se los llama también “compradores quisquillosos” porque quieren tener el control total de la experiencia de compra. Tienen una alta autovaloración por la cual se desliza la idea de “mis jefes pueden aprender mucho de mí” y prefieren no tener trabajo a estar en un lugar al que odien. Saben, además, que cuentan con un manejo tecnológico del cual los mayores pueden aprender y se comportan haciendo valorar ese poder. Son hijos de la globalización por lo cual están acostumbrados a la diversidad cultural y están más abiertos a todo tipo de cambio. Es una generación emprendedora que valora el reconocimiento, esto los hace menos conformistas.

Son jóvenes que retrasan la salida del hogar y la conformación de la nueva familia. La paternidad no es primordial, como tampoco lo es establecer relaciones de pareja. Son más egoístas y egocéntricos, buscan el crecimiento personal ante todo.

Esta es la nueva generación productiva. Los cambios suceden más allá de nuestras intenciones y hay que adaptarse si se quiere estar en carrera. Ya ha comenzado a gestarse la Generación Z, que traerá nuevos desafíos, como cada generación lo ha hecho. Nuevas costumbres que pondrán de manifiesto la necesidad de nuevas adaptaciones.

De cada quien dependerá hacer una lectura nostálgica que valore las costumbres pasadas o una mirada expectante sobre lo que sucederá en el futuro; o bien, una mirada realista y actual que se centre en lo que es hoy, que en definitiva es lo único tangible y real que podemos observar.

Por Lic. en Psicología Constanza Bonelli

licbonelli@gmail.com

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