No es casual que las problemáticas vinculadas al cuidado y reformulación de nuestro hábitat natural tomen mayor relevancia en los últimos años, debido a esto se ha creado una campaña para transformar nuestro medioambiente. Los efectos de la contaminación y su estrecha relación con la actividad humana son progresivamente más notorios, motivo por el cual cada vez más personas creen que es necesario tomar cartas en el asunto, antes de que sea demasiado tarde.
Uno de los casos que más resonó en este 2016 es el de la Pista Nacional de Remo y Canotaje en Tigre, emplazada sobre la última sección del Río Reconquista, la segunda cuenca más contaminada del país luego del Matanza-Riachuelo. En ese lugar se dio una de las escenas más decepcionantes que podrían ocurrir en un deporte acuático, un hecho insólito que sirvió de disparador para algo mucho más grande. Brian Rosso, uno de los remeros que representó al país en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, chocó en pleno entrenamiento con un colchón (literal, como el que cualquiera tiene en su casa). El resultado fue obvio: el muchacho volcó tras colisionar con el flotante y eso despertó algo más que la molestia de sus compañeros, Ariel Suárez y María Laura Ábalo. Ellos fueron los encargados de tomar aquel suceso desafortunado y convertirlo en un lema medioambiental.
“Limpiemos el Reconquista” es el nombre que recibió la campaña que ellos impulsaron desde aquel momento. Se trata de una movida ecológica que busca no sólo el saneamiento del Reconquista para favorecer las condiciones en las que entrenan, sino también generar conciencia de todos los sectores sociales y políticos involucrados y así consolidar un cambio en la calidad de vida de miles de personas que viven a la vera del río. Ambos deportistas contaron que el primer paso fue reunirse con sus pares para analizar la situación y las opciones que tenían. De repente, surgió la idea de elaborar un spot publicitario con varias figuras reconocidas en distintas disciplinas, como David Nalbandian (tenis), Paula Pareto (judo), Sebastián Crismanich (taekwondo), Germán Chiaraviglio (salto con garrocha), Lucas Rey (hockey) y Brian Toledo (lanzamiento de jabalina), entre otros.
El corto de poco más de un minuto y medio realizado por estos valores del deporte concentró diversas imágenes donde la verdadera protagonista era la contaminación. Desde el momento de su publicación el 14 de septiembre, no paró de sumar adeptos. Al día de hoy, se han adherido a la campaña figuras como Gerardo Wertein, presidente del Comité Olímpico Argentino (COA), y el Ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Sergio Bergman.
“No esperábamos una repercusión tan grande, nos tomó por sorpresa. En primer término queríamos llegar a la gente humilde, que quizá no tuvo la oportunidad de acceder a una educación. Yo soy de un barrio donde era natural tirar la basura en la calle, pero gracias a todo lo que me brindó el deporte y mis viajes por el mundo, me di cuenta de lo equivocado que estaba. Entendí que no quería seguir haciendo lo mismo, que quería cuidar la tierra de donde provengo. Ese es el mensaje que deseo transmitir”, relata Ariel Suarez. En tanto, Ábalo subraya: “Por algo la campaña tiene ese nombre. Dijimos ‘vayamos más allá de lo que es la pista’, porque sabemos que hay más de 4.200.000 personas que viven en la cuenca en condiciones adversas. Queremos que este tema integre la agenda social y política y que se ayude a toda esa gente, y además generar conciencia porque es un problema que tenemos que solucionar entre todos”.
Un problema que va más allá de Tigre
El Río Reconquista atraviesa 18 municipios bonaerenses y desemboca finalmente en el Río Luján. En su extensión se encuentran radicadas unas 12 mil industrias que utilizan, en su gran mayoría, al río como un depositario natural de sus desechos. Además, la situación se agrava por el deplorable estado de la infraestructura sanitaria de la cuenca: el 90% de los efluentes cloacales se vuelcan en crudo; más de 3000 camiones atmosféricos desagotan diariamente en forma directa al río.
“El afluente tiene unos 85 kilómetros y los últimos 6km son abarcados por la Pista Nacional de Remo y Canotaje. Entreno ahí todos los días y la complejidad es fluctuante. Hay días en que el asunto está controlado y otros en donde la basura es tanta que hay que esperar a que el viento la amontone en una de las costas”, señala sobre el día a día Laura Ábalo. Al llegar a la zona de Tigre, el río se divide en el Canal Aliviador (donde se halla la pista) y dos cursos naturales: Río Tigre y Río Reconquista Chico. A propósito de su estado, Ariel Suarez comenta que “Tigre se lleva la peor parte, pero tanto la gente que vive acá como algunos de sus representantes políticos se acercaron para interiorizarse de la propuesta”. El Frente Renovador presentó en el Honorable Concejo Deliberante del distrito un proyecto de adhesión a la campaña “Limpiemos el Reconquista”. El decreto presentado pretende declarar de interés legislativo municipal la iniciativa medioambiental y solicita tanto al estado Nacional como al Provincial las medidas necesarias para el saneamiento del río. A su vez, el intendente de Tigre Julio Zamora tuvo declaraciones sobre la movida ecológica: “Me parece genial que los deportistas busquen poner en agenda el tema del cuidado del ambiente, algo con lo que nosotros venimos trabajando en el inicio de la gestión con el Plan de Manejo del Delta y mi incorporación como director de la Cuenca Baja del Río Reconquista (COMIREC), un espacio donde buscamos abordar la contaminación del río acompañando las decisiones de todos”.
En cuanto a las preocupaciones que giran en torno a la cuenca, el foco está puesto sobre el aumento de la incidencia de cáncer, problemas respiratorios, enfermedades de piel y de transmisión hídrica, diarreas, hepatitis y parasitosis. Las recurrentes denuncias presentadas ante la Defensoría del Pueblo de la Nación por pobladores de las zonas afectadas, dan cuenta de las consecuencias de los altos niveles de polución.
Los remeros impulsores de la campaña tampoco quedaron exentos: Ariel Suarez, por ejemplo, estuvo a punto de morir. “En el 2003, después de ser finalista olímpico y entrenando para un mundial, tuve una infección poco común en todo el mundo. Me pasó acá entrenando en la pista de remo. Una bacteria se alojó en mi pectoral y estuve dos meses postrado en una cama, y a poco de morirme”, recuerda. “Si las costillas no hubieran frenado el ingreso de la bacteria al cuerpo, el desenlace podría haber sido otro. En ese momento no había tomado conciencia, pero una vez que terminó la competencia pensé en ello. Estuve a punto de morir por algo que se produjo por estar entrenando. Me agarró un poco de miedo, pero no tengo variantes para entrenar. Tomé el camino de seguir para adelante, aceptar lo que me tocó y saber que quiero cambiarlo”, enfatiza Ariel.
Por último, los remeros coincidieron en la ausencia de conciencia ecológica en la Argentina y apuntaron a la educación como la piedra fundamental para generar el cambio que tanto se espera. “Creo que de arriba se tiene que bajar la línea sobre qué planeta queremos para nuestro futuro y qué país queremos dejarle a nuestros hijos”, asegura Suárez. “Ya pusimos la problemática del Reconquista en boca de todos, ahora queremos que la gente comprenda realmente los efectos de la actividad humana en el medio ambiente. Que se sepa, que se entienda y que se actúe. Eso buscamos”.
Por Maximiliano Benítez