Un Delta de luces y sombras

claudia aboafEl 5 de noviembre del año pasado, Claudia Aboaf presentaba su novela “Pichonas” en La Boutique del libro de Nordelta. Los lectores se preguntaban acerca de sus dos protagonistas, las hermanas Andrea y Juana, que lejos de proveerles certezas, conformaban una historia de misterio y búsqueda. Los enigmas no resueltos en aquella tarde de vinos y frutos secos, tendrían una nueva oportunidad antes de que termine este 2016. En la nota que la escritora le brindó a Gallaretas por ese entonces, ya anticipaba una novela situada en Tigre que tendría al río como gran protagonista. Dicho y hecho, en el primer día de septiembre de este año, “El Rey del Agua” fue publicada por Alfaguara y trajo para esta primavera la desafiante narrativa de esta vecina de Villa Nueva.

Claudia Aboaf creció en una casona de Belgrano junto a su abuelo Ulyses Petit de Murat, quien le transmitió el amor por la lectura y la escritura. Se dedicó muchos años a la astrología y a la gastronomía, actividades que realizó con sello personal y corazón. Hace ya un tiempo, optó por las letras y decidió pasar las tardes escribiendo: “Medio Grado de Libertad” fue su primera novela, siguió con “Pichonas” publicada en 2014 por la editorial independiente de San Isidro Notapuan. Colabora con revistas digitales de Argentina y España. Recientemente su cuento Víbora fue seleccionado dentro de los mejores del Premio Itaú.

Como escritora que reside en Tigre hace ya varios años, encuentra una propuesta cultural interesante, que resulta hospitalaria con los artistas locales, “es un municipio muy comprometido en este sentido. La agencia de cultura, con Mónica Ávila a cargo de la literatura, promueve talleres gratuitos y actividades en el museo Sarmiento o en la casa Museo Haroldo Conti. También se hacen ciclos de poesía en el MAT. La librería Boutique del Libro en Nordelta se suma con sus propuestas.”

Espacio de literatura y realidad

El Rey del Agua nos seduce situándose en el Delta, inspiración de esta escritora y de muchos otros, que se han dejado permear por las circunstancias de este particular entorno. De este modo, lo describe la autora de la novela: “El Delta es un escenario ideal para la literatura desde siempre. Sarmiento ya volcaba sus fantasías que se reunieron en El Carapachay, más adelante vendrían Haroldo Conti o Lobodón Garra, el hijo rebelde del presidente Justo que escribió en los ‘40 “Río abajo”. Hoy hay contemporáneos como Débora Mundani o Juan Bautista Duizeide que retoman esa tradición. Es un territorio con zonas salvajes, que cambia según las mareas. Un arroyo puede tornarse barro húmedo innavegable o una correntada que trepa a la isla. También surgió, al recorrerlo, la preocupación por los humedales, y las leyes que puedan proteger ‘una tierra encantada cuya realidad apenas podíamos imaginar’ como lo expresa Marcos Sastre en su Tempe Argentino.”

La recreación de este espacio, al modo Claudia Aboaf, pisa fuerte y se lleva la atención de los lectores. No es el Delta tal cual lo conocemos el que se presenta en la novela, temporalmente se trata este territorio en un futuro no tan lejano, con enormes pantallas de cristal, donde la luz artificial no le deja lugar a la noche y “saborear en familia fue historia antigua”. Si bien el planteo resulta fascinante en el plano de la ficción, es inevitable pensarlo en algún momento de la lectura, como una posibilidad de lo real.

Preguntarle a la autora sobre el vínculo entre la historia y las cuestiones ambientales (tan en auge en la zona), resulta inevitable. Así lo define Claudia y a su vez, anticipa un poco del argumento: “Es una novela que transcurre en un futuro cercano, un nuevo escenario geopolítico que permite el abuso de los recursos. En Tigre, ‘El Rey del agua’ que es un gobernante faraónico, exporta nuestra agua dulce a Europa donde empieza a escasear. Pero a su vez restringe el agua en cada casa. En el presente, en Tigre continental, no en la ficción, nos inundamos por la falta de controles hídricos y a la vez, falta agua en los barrios. En estos últimos días hubo un fallo que detiene emprendimientos inmobiliarios hasta que se informe el impacto ambiental. Puede haber desarrollo pero es urgente proteger este Delta único en el mundo.”

Personajes: continúa la búsqueda de Andrea y Juana

La historia de “Pichonas”, a nivel tiempo, está situada antes de “El Rey del Agua”, que retoma a sus personajes. La escritora asegura que con respecto al orden de la lectura no hay un instructivo único: “se pueden leer de forma independiente. Para los que ya leyeron ‘Pichonas’, puedo contarles que en El Rey, las hermanas profundizan el desencuentro. Y esta vez las vamos a encontrar en el Delta de Tigre, una en la isla y otra en el continente; para los que no lo leyeron les digo que pueden leer primero ‘El Rey del Agua’ y luego, tal como en las series, ir a buscar los orígenes del conflicto entre las hermanas.”

Con respecto al proceso de escritura aludiendo a ambas novelas, Claudia lo recorre y describe de esta manera: “en ‘Pichonas’ perdí el miedo de escribir sin ataduras formales, usando el lenguaje y la sintaxis que me pidiera el texto que estaba abordando y dejar libre la creatividad para que la trama tomara formas que aún a mí me tomaron por sorpresa. En ese caso con una temática como el miedo debía dejarme atravesar por resonancias más allá de las propias. Invitar a que el miedo apareciera con todas sus caras sin evitar ninguna. Ya en el Rey, al abordar el tema de la identidad, aunque tuve momentos de zozobra durante la escritura, estaba más preparada para el proceso creativo que implica dejarse inundar (en el Rey todo es acuático) por sentimientos de vacío o angustias de las grandes preguntas de siempre acerca de quién es uno, para sí mismo y para los demás.”

Primeras lecturas y actividades locales

Sobre el cambio editorial, comenta: “publicar en una editorial independiente o en una grande básicamente se diferencia en la difusión o llegada que pueda tener el libro, pero en ambos casos los libros terminan haciendo su propio camino con el lector: caminos misteriosos.”

Si bien el libro está en la calle desde hace dos semanas, ya fue reseñado en varios medios. Acerca de las repercusiones, la escritora comenta: “estuve en varios programas de radio y ya hay online blogs que la han comentado. El libro se completa con las lecturas, del lector común y del crítico, escribir es un acto de comunicación.”

El calendario de la zona con las presentaciones de la novela es prometedor. Si bien no se han fijado las fechas, la Agencia de Cultura de Tigre recibirá a la autora antes de fin de año y a su vez, se concretará un encuentro en la Boutique del libro de Nordelta. También en San Isidro, con Notanpuan. En los distintos lugares se harán lecturas, se darán charlas y el intercambio con los lectores develará lo que estas dos hermanas, esta vez, han despertado.

Por Sofía Moras

claudia aboaf

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