650 personas se reunieron el pasado 18 de agosto en Espacio Márquez de San Isidro bajo el lema de “Construyamos nuestra fe en comunidad” para una nueva cena de recaudación de fondos para seguir adelante con las obras y equipamientos de la iglesia Sagrada Familia que se encuentra en el Centro Cívico de Nordelta. La convocatoria fue un éxito, con un marcado espíritu de trabajo mancomunado y formación de comunidad que se sintió durante toda la noche, logrando recaudar todo el presupuesto de 2016 y que será destinado a finalizar tareas de iluminación, sonido y compra de bancos. Si bien casi el cien por ciento del interior de la iglesia estaría finalizado, aún resta conseguir los fondos suficientes para la arrancar con la parquización de las zonas linderas al templo. “El balance que se puede hacer de la cena no es sólo material, sino también desde la parte comunitaria. Fue realmente un momento en donde gente de todos los barrios de la zona participaron con alegría, con interés, sintiendo a la iglesia como propia, con muchas ganas de ayudar. Fue muy lindo”, recuerda el Padre Damián Rodríguez Alcobendas. “Un signo del avance que estamos viviendo es que en la cena pasada había mucha gente, que a pesar de ser de la zona, no se conocía entre sí. Ahora la mayoría sí nos conocemos, y fuimos casi el doble, lo que quiere decir que son personas que se están acercando más a la iglesia, que se sienten parte de la parroquia, que se interesan, que preguntan… Ya estamos realizando bautismos cada quince días y tenemos un casamiento previsto para octubre, otro para diciembre, otro más en marzo. Todo esto además de las misas. En este último tiempo se siente una movida de acercamiento a la iglesia, de vivir los sacramentos, la catequesis, los chicos de las confirmaciones. Toda esta movida espiritual acompaña el avance del templo”, asegura.
Durante la velada, además del show humorístico del grupo de improvisación “Improcrash!”, se proyectó un video con los orígenes de la iglesia, desde que todo lo que vemos en la actualidad era un sueño de un grupo de vecinos, lo que permitió a muchos asistentes conocer los orígenes del proyecto y los primeros pasos de la comunidad parroquial. “Como decía Astolfoni, el pensador original de Nordelta, para que haya verdadera ciudad tiene que haber culto, cultura y universidad… y de hecho culto y cultura se están uniendo”, afirma el párroco. “Hace unos días tuvimos una misa a la cual asistió el coro de padres del St. George’s College North, e interpretaron la Misa Criolla. Fue una maravilla. También se estará organizado muy pronto un recital de cuerdas. Todo lo que signifique el trabajo de acercarnos a Dios, a nosotros mismos y al prójimo, será bienvenido. En esta última cena, como comunidad cristiana, tomamos un compromiso: los que tenemos la suerte de tener una casa linda, después de terminar la casa de Dios, seguiremos haciendo esta movida solidaria una vez por año para ayudar a que otros menos afortunados también tengan su casa digna”.