Siempre ame a los animales. La Naturaleza me sorprende y me maravilla constantemente. Sufro por los animales que son maltratados, por los que son abandonados, por los que no son libres, por los que son utilizados.
Creo que como seres superiores que se supone que somos, es nuestra obligación velar por los más débiles, y no utilizarlos ni cosificarlos. La Naturaleza nos pone en un lugar que conlleva una enorme responsabilidad. Debemos estar a la altura de las circunstancias.
En mi familia no consumimos ningún espectáculo que utilice comercialmente animales, ni zoológicos, ni acuarios, ni paseos en camello, ni acariciar tigres, ni nadar con delfines. Abandonamos este tipo de actividades hace ya muchos años.
A modo de hacer un pequeño aporte, decidí realizar una serie de fotografías para retratar la miseria que viven diariamente los animales en el Zoo Porteño. Así surgió «Tras las rejas», como un modo de ayudar a concientizar, y allá fuimos con mi hija Delfina, que me acompañó en la tarea y en el sentimiento, a tomar estas fotos.
Un tiempo después vemos nuestro deseo hecho realidad. El Zoo Porteño cierra sus puertas. Un pequeño paso. Queda mucho por hacer.
Texto y fotos: Florencia Garzoli
*Voluntaria de Perro Comunitario