En los últimos días circuló a través de las redes sociales y en grupos de whatsapp el mensaje en el que Pilar, la mamá de Delfina, agradecía a un motociclista anónimo la ayuda prestada para salvar a su hija que tiene una enfermedad genética llamada Síndrome de Wolf-Hirschhorn y que sufría un cuadro de convulsiones. El mismo lo pueden ver en la imagen que acompaña estas líneas. Pilar inició esta cadena con el objetivo de encontrar al hombre que la ayudó en ese momento de desesperación.
El viernes a la noche lograron contactarse: se llama Hugo y al igual que Pilar vive en el barrio El Encuentro, y fue quien el miércoles pasado en contramano le fue abriendo paso por el corredor Bancalari para que Delfina pudiera llegar a tiempo al sanatorio en San Isidro. «Él me dijo que todos hubieran hecho lo mismo en su lugar y yo le dije que no, que otras veces me encontré en situaciones similares y aunque la gente ve mi cara de desesperación y las balizas, no hace nada», expresó Pilar a los medios. «Yo sabía que cada minuto que pasaba era vital, porque podía causar daño cerebral. Delfi estaba poniéndose morada. Él vio mi cara de desesperación y pareció decir: A esta mujer la saco de acá como sea», detalló.
Pero, ¿cómo se enteró Hugo que estaba siendo buscado? Su mujer vio la carta publicada en el diario La Nación y recordó la historia que le había contado su marido, entonces se contactó por Facebook con Pilar para brindarle el teléfono de Hugo. «Creo que también la acción de Hugo es un ejemplo para todos, de que quizás, mirándonos más a la cara, entenderíamos lo que le pasa al otro y nos ayudaríamos más», concluyó Pilar.