El 14 de septiembre de hace dos años es un día que los vecinos de Nordelta, más o menos afectados por el siniestro, jamás olvidarán.
En este segundo aniversario del accidente que terminó con la vida del empresario Gustavo Deutsch y su mujer Graciela, la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil concluyó que la caída de la nave se produjo por una combinación de factores: el clima y la soledad y edad del piloto (Deutsch tenía 78 años).
El mismo informe asegura que la nave no sufrió problemas técnicos y que «experimentó una situación de pérdida de control en vuelo (por) las condiciones meteorológicas prevalecientes en el lugar del accidente; las dificultades del piloto al mando en gestionar el control de la aeronave y la trayectoria del vuelo durante la aproximación por instrumentos; la probabilidad de sobrecarga de trabajo del piloto al mando ante las demandas operativas presentadas por la situación; la ejecución de la operación por un solo piloto, habida cuenta de la edad; y deficiencias en la certificación».
Asimismo, el informe dice que «el grado de las lesiones sufridas por los ocupantes de la aeronave accidentada impidió confirmar o descartar la posibilidad de enfermedades agudas con potencial de causar muerte o incapacitación súbitas en vuelo del piloto al mando».