La frase “el hombre y el oso, cuanto más feo más hermoso” quedó totalmente “out”. También va pasando de moda el perfil de hombre excesivamente preocupado por su físico y obsesionado por probar todas las novedades cosméticas. Sin embargo, los hombres saben que tienen que cuidarse y lo hacen de una forma práctica, buscando sobre todo la efectividad de los tratamientos. Los tiempos están cambiando (y mucho) en lo que a los hábitos de cuidado masculino se refiere. Prueba de ello es la cada vez más creciente oferta de líneas cosméticas específicas para los hombres. Y es que aunque el desarrollo de los productos de belleza para hombres sigue prácticamente las mismas líneas de la cosmética femenina (limpieza, hidratación, nutrición, protección solar), las formulaciones y el modo de aplicación tienen que ajustarse las peculiaridades de la biología masculina.
Diferencias pero con los mismos enemigos
Existen principalmente tres factores fisiológicos que diferencian la piel masculina de la femenina: el espesor (es hasta un 25% más gruesa que la de la mujer), firmeza (envejece más tarde pero de una forma más brusca) y la secreción sebácea (por lo que, en determinadas zonas de la piel se la ve más brillosa). A su vez, el hombre tiene activas las hormonas durante más tiempo, y aunque la andropausia también le afecta, las consecuencias sobre la piel son menores que en el caso de la menopausia femenina. Las hormonas masculinas generan más grasa y evitan la flacidez típica del paso de los años. En cuanto a los “enemigos a batir”, estos no distinguen de género y son los mismos que en la mujer: edad, cansancio, estrés, contaminación, dieta desequilibrada, diferentes problemas de salud, ausencia de ejercicio físico, tabaco y consumo de alcohol.
Envejecen… diferente
Si bien la piel masculina tiene ventaja en lo que a la aparición de los signos de la edad se refiere, la concientización femenina respecto a la importancia de los cuidados hace que, llegada una edad, este “privilegio biológico” se diluya, pues nosotras tenemos interiorizadas ciertas rutinas de higiene y cuidado de la piel que resultan determinantes para conservar un cutis terso, sano y joven. Además, los hombres se afeitan todos los días, agrediendo su piel lo que unido a los malos hábitos explicados anteriormente, hace que el rostro en el hombre envejezca antes de lo debido.
Los signos que muestran el envejecimiento masculino generalmente aparecen en el siguiente orden: arrugas peripalpebrales (“patas de gallo”), arrugas de la frente, hundimiento de los surcos nasogenianos, flacidez del mentón y las “bolsas” en los párpados inferiores.
Masculinidad hoy
El hombre “Marlboro” tiene casi 100 años. Luego apareció el “metrosexual” como sinónimo de hombre moderno que confesaba abiertamente que le gustaba cuidarse y recurrir a tratamientos entonces acotados a las mujeres. Como contrapartida surgió el “ubersexual” que es aquel que cuida su imagen pero expresa al máximo las cualidades de la masculinidad. La tendencia actual es un híbrido entre las anteriores: el hombre de hoy es “neosexual”, lo que define una buena combinación entre masculinidad y sensibilidad. Se trata de alguien que está en buen estado físico y se preocupa por su imagen; que desea un modo saludable de vida y compra a conciencia tanto alimentos como productos de cuidado personal. El mercado cosmético captó estas peculiaridades y ajustaron sus lanzamientos a los gustos de este sector de la población. El hombre de hoy busca productos fáciles de usar, eficaces y creíbles; prácticos y masculinos. En cuanto a los temas que más les preocupan en cuanto a la estética son las arrugas del rostro, la flacidez en el abdomen, la hidratación de la piel, las impurezas de la cara y las bolsas y ojeras.
Algunos consejos para cuidarse
-Limpieza: el exceso de grasa es el principal enemigo a vencer, de ahí que, además de un producto de limpieza facial (los hombres suelen preferir el jabón), la exfoliación juegue un papel fundamental. Además de eliminar todo resto de impurezas y proporcionar un nuevo brillo a la piel del rostro, elimina imperfecciones y favorece que la gruesa piel masculina esté receptiva para los ingredientes de los productos hidratantes y anti-age.
-Afeitado: es imprescindible utilizar espuma o gel para así evitar que la piel sufra en exceso. Lo mejor es afeitarse durante o después de la ducha, ya que tanto el agua caliente como el vapor favorecen que se abran los poros y que el vello se ablande. Conviene utilizar un after-shave al acabar. Estos productos, además de proporcionar una agradable sensación de frescura, calman las irritaciones que haya podido producir el afeitado.
-Crema facial (hidratante y nutritiva): la hidratación de la piel es uno de los aspectos que más preocupan a los hombres, sobre todo a aquellos que disfrutan del deporte y las actividades al aire libre. Una de las características de los productos faciales masculinos es su menor contenido en agentes grasos. También hay en el mercado productos “2 en 1”: after-shave con un elevado efecto hidratante.
-Antiarrugas: poco a poco su uso va calando entre la población masculina. La formulación preferida por los hombres son los productos en gel, que se absorben rápidamente y proporcionan sensación de frescura. Además de los ingredientes anti-age típicos (vitaminas, alfa-hidroxiácidos, ácido hialurónico) estos productos incorporan en su formulación agentes vigorizantes, revitalizantes y reafirmantes.
-Contorno de ojos: los productos para los problemas de esta zona (patas de gallo y bolsas) incorporan ingredientes que favorecen la circulación sanguínea y linfática, como los flavonoides.
-Protección solar: estos productos son básicamente unisex. Sin embargo, hay líneas específicas para los hombres que realizan deporte al aire libre.
-Productos para el cuerpo: la mayoría de los geles de ducha dirigidos a la población masculina incorporan ingredientes “vivificantes” y “energizantes”, como el ginseng o la guaraná.
Por Ing. Damaris Reynoso
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