En una nota publicada ayer en el diario La Nación, se da cuenta del plan a futuro de Nordelta de abrir al público en general el sector del Centro Cívico de la ciudad pueblo, donde además de la iglesia y el centro cultural de Judaica se desarrollarán oficinas, algunas áreas comerciales, sanatorio, universidad y también dependencias públicas. Esta temática fue presentada en una reunión con el equipo de Gehl Arquitects, nota que se encuentra en nuestra edición impresa de mayo.
A partir de aquí el debate acerca de la seguridad y de cómo mantener el control de los 24 barrios que conforman Nordelta. Diego Moresco, gerente general de Nordelta, «asume que su trabajo navega entre el terreno privado, porque es la cabeza visible de uno de los emprendimientos inmobiliarios más importantes del país, y el público, porque la empresa de la que él es gerente es la que resuelve cómo se organiza Nordelta», asegura el diario, el cual agrega que el temor es que «la integración conspire contra la seguridad y la tranquilidad, dos de los atributos que muchos de los habitantes aseguran haber encontrado en los barrios cerrados».
Para agregar más elementos al debate, Ricardo Marini, director del estudio Gehl que hizo intervenciones en Nueva York, San Francisco, San Pablo, México y Sydney dice que «los seres humanos son una especie gregaria y sociable que se beneficia de la diversidad y la apertura. Visité Nordelta y respeto el deseo de la gente que vive en estas comunidades cerradas, pero no dejo de pensar que el principio mismo es socialmente contraproducente». Moresco agrega: «Llamamos a Gehl porque no tenemos ninguna duda de que Nordelta va a terminar siendo un lugar abierto, donde cada barrio tendrá su administración y será un barrio cerrado».
En total serán uno 500.000 metros cuadrados construidos para los cuales se necesita un nivel ocupacional de 100 mil personas en la zona, en contraposición a las 30 mil que actualmente viven en Nordelta. Y allí vuelve un tema recurrente en la agenda de los vecinos: la famosa y por muchos temida apertura de la avenida troncal. De ese modo el número necesario incluso se superaría porque entran en la ecuación los vecinos de Santa Bárbara, Talar del Lago 1 y 2, La Comarca, El Encuentro, Laguna del Sol, Pacheco Golf, todos los barrios de Villa Nueva más los vecinos de General Pacheco, Troncos del talar y Rincón de Milberg.
Un debate que recién comienza y que seguramente traerá opiniones de lo más diversas.
