Durante el transcurso del último año, la bahía de Nordelta fue integrando color a su ecosistema, Nicola Natale ha estado pintando las paredes de Nordelta al Río en un obra que se llama Tigre vs. Tigre, un trabajo que busca representar la relación que guarda la ciudadpueblo con su entorno.
Es fácil encontrar la obra: al recorrer la bahía se ven figuras y patrones, cambiante en cuanto a su color y forma, pero que en realidad son tan sólo parte de una misma línea. Un solo trazo que rota y se contornea imitando las figuras que este artista italiano encontró en las islas de Tigre, donde empezó a vivir luego de hacer contacto con Nordelta Rio para realizar un mural, y de donde obtuvo su inspiración.
Nacido en Milán, Nicola es dueño de un abordaje naturalista en su pintura. En vez de usar oleos, acrílicos u otros compuestos industriales, él toma la decisión de obtener su pintura de forma natural. Una técnica que desarrolló luego de más de 15 años de estudio; consigue crear sus propios colores combinando diferentes ingredientes como el azafrán para el amarillo, raíces y cochinilla para el rojo, y hojas para el azul. Sin embargo, estos elementos no serían suficientes para pintar la bahía porque el sol y otras condiciones climáticas pueden estropear el color. Es por esto que a la pintura natural Nicola agrega un elemento derivado de la nanotecnología que sirve para integrar el color a los materiales en un nivel micrométrico, consiguiendo una pintura que no se corroe ni gasta con la exposición al medio ambiente. En sus propias palabras, “la pared se cae antes que la pintura”.
El proyecto empezó cuando un contacto en el Hotel Wyndham se le acercó con la idea de pintar un mural en una de las paredes que da a la bahía. Fue entonces que el artista se instaló en una de las islas del Delta desde la que partía cada mañana para continuar su trabajo en la bahía. Pero la obra empezó a evolucionar: fuertemente influenciado por las figuras de la isla, el trazo cambió y pidió más espacio. Fue entonces que Nicola se impuso trabajar por un año, aislado de Italia y del mundo que lo conocía, enfocado en la línea que recorre Nordelta. Esta metodología lo alejó del trabajo de estatus internacional que venía cultivando, pero que sin embargo no dejó de buscarlo. Hoy lo llaman intrigados por su más reciente trabajo y piden permiso para acercarse a la bahía para conocer el nuevo concepto del artista. Un trabajo en el que se puede ver el transcurso del tiempo, ya que fue mutando con las distintas estaciones en que se pintó, tal como la misma naturaleza muda su ropaje en sus ciclos anuales.
El año pasado Nicola realizó una presentación de su obra en el salón principal del hotel. Una muestra de su pasado y presente como artista en un formato ya conocido de presentación; aunque quizás no tanto, porque algunas de sus pinturas contaban con un soporte fuera de lo común, montadas en cortinas o cuadros de otros artistas. Hoy, tras cumplir un año de trabajo en Nordelta al Rio y acercándose la culminación de su obra, Nicola considera hacer una nueva reunión donde poner esta vez el protagonismo no en su trabajo, sino en su materia prima. La pintura única y natural que él mismo realiza y usa regularmente, ingrediente fundamental de la obra de este milanés que decidió explayarse nada más y nada menos que en la Bahía Grande.
Por Pedro Canton Corbelle