La nueva cosmética se come, se toma y se bebe. De igual manera que los alimentos funcionales y los nutraceúticos se van incorporando a nuestra dieta, ahora aparecieron los nutricosméticos:
- El alimento funcional es un alimento al que se le agregó o enriqueció con mayor cantidad de algún mineral u otro compuesto funcional a la dieta humana. Un ejemplo es la leche fortificada con hierro o la leche cultivada. O sea, que se trata de un alimento que además de cumplir con su aporte benéfico, contribuye a mejorar la salud o reducir el riesgo de padecer alguna enfermedad.
- El producto nutraceútico es un suplemento dietario de alguna sustancia natural, usualmente presente en los alimentos, pero concentrada en mayor cantidad que la que podría traer un alimento normal. Generalmente se presenta en formatos no alimenticios como sobrecitos o cápsulas, como por ejemplo, las píldoras de aceite de pescado con Omega 3.
- Por último, los nutricosméticos son productos alimenticios con propiedades cosméticas. Así se define a los nutricosméticos que, en versión bebible y comestible, han sido diseñados para hidratar, nutrir, borrar arrugas o combatir la celulitis y son la última revolución. El término nutricosmética hace referencia a un diverso número de nutrientes que, como decíamos, nos permiten mantener nuestra belleza exterior desde el interior de nuestro cuerpo. También aquí la presentación es generalmente en forma de cápsulas o polvos que están formados por complementos alimenticios que, pese a llevar una dieta equilibrada y sana, nos faltan en nuestras comidas.
¿Para qué sirve la nutricosmética?
La cosmética se basa en la aplicación tópica de algún producto que colabore o ayude a disminuir algún defecto generalmente visual como son las arrugas, la sequedad de la piel, la inflamación de la piel por la exposición al sol, la caída del cabello, etcétera.
Ahora, la finalidad principal de la nutricosmética es alcanzar las capas internas encargadas de regenerar nuestra piel: hasta esas capas es imposible llegar con cualquier crema o loción, por más cantidad que apliquemos, por ejemplo, para reducir la grasa corporal o la celulitis.
Existen de todo tipo, ya sea para reducir la caída del cabello, para fortalecer nuestras uñas, para luchar contra la celulitis o, incluso, para que dure más el bronceado que tanto nos gusta conservar.
Habitualmente se ingieren una vez al día y son de venta libre. Se compran en cualquier farmacia o dietética. Sin embargo, es importante mencionar que aunque los expertos consideran que cualquier persona puede consumir estos productos, es recomendable consultar antes al médico. Sobre todo si estás embarazada, en período de lactancia, si sos menor de 18 años o si sufrís alguna patología.
¿Cuándo y cómo tomar suplementos?
La suplementación es imprescindible a partir de los 35 años, cuando nuestro organismo deja de fabricar ciertas sustancias o ralentiza su producción. Y sus efectos no se pueden observar solo en la piel, también contribuyen al metabolismo general, huesos y articulaciones, protegiendo también la circulación, relajando y depurando los niveles de grasa en sangre.
Lo mejor para la piel no son los cosméticos, estos sólo sirven para corregir el aspecto de la epidermis. Si querés mejorar la estructura de la piel, el colágeno, mejorara la elasticidad o incluso tener un efecto lifting, lo mejor es complementarse con nutrientes específicos: los nutricosméticos. Aún más, en invierno se necesita primar la suplementación con vitamina D, mientras en verano, suele ser recomendable incrementar el consumo de betacarotenos de forma controlada.
Los nutricosméticos suelen contener una mezcla de vitaminas, minerales, antioxidantes, ácidos grasos y aminoácidos que se absorben en el cuerpo y llegan a los tejidos. En la etiqueta deben indicar qué principios activos contienen, su dosis y las raciones dietéticas recomendadas (RDA por sus siglas) y deben estar aprobados por la ANMAT (Autoridad Nacional de Medicamentos y Tecnología Médica) para la venta libre. En general, están contraindicados en embarazadas, mujeres en estado de lactancia e hipertensos.
Los especialistas aseguran que cuando aparecen, son duraderos. Al cabo de un mes de uso continuo, los efectos se hacen visibles. El resultado depende de cada persona: cada suplemento posee diferente efecto y por eso el mecanismo de acción no es único para todos. Habitualmente los nutricosméticos están formados por productos de sustancias naturales y minerales en forma concentrada de nutrientes, usualmente comercializados en varias formas. El nutricosmético no es un medicamento, por lo tanto no trata enfermedades, pero sí un excelente complemento alimenticio que trata de la belleza desde su interior. La lista de los nutricosméticos es amplia, están las vitaminas A, D, E, K; grupo B, PP, C, minerales, ácidos grasos, antioxidantes, polifenoles y extracto de plantas.
La piel está formada por cinco capas celulares; la capa más profunda es dónde se alojan las células vivas. La nutricosmética trata esta capa alimentando las células de nutrientes, contribuyendo a la renovación celular. Para que esta capa se haga visible es necesario un tiempo mínimo, por lo tanto los resultados de la nutricosmética son visibles a los tres primeros meses y definitivos a los seis meses.
