Está época del año nos invita a poner a punto el jardín. Los días son más largos, las plantas empiezan a brotar, pero también las malezas se multiplican. Es tiempo de poner manos a la obra en todas las tareas de mantenimiento. Una revolución de colores y aromas presentan las flores en esta época del año, empiezan los días más largos y calurosos, todo invita a salir al jardín, a tomar sol, a compartir un asado con amigos o en familia y disfrutar del aire libre. Sin embargo, es el momento que nos damos cuenta que nuestro jardín nos está esperando para realizar las tareas que no hicimos antes.
“Primero los canteros, que han sufrido mucho después del invierno”, señala la paisajista María Gassiebayle. “Con un poco de dedicación lograremos darles esa vitalidad que necesitan cortando todo lo que se quemó en las heladas y dividiendo las plantas que no dividimos en el otoño. Como por ejemplo: agapanthus, hemerocalis, gramíneas… Luego, hay que volver a plantarlas, tratando de conservar el mismo espacio que tenían para no deformar los canteros. Si se han reproducido por demás, es la oportunidad de regalar plantas a amigos y vecinos”.
María también sugiere plantar bulbos y plantas anuales o vivaces, ya que aportan gran colorido a los canteros. Dentro de los bulbos: Dalias, Begonias, Gladiolos, Ranúnculo, Oxalis, siempre mezclando la tierra con arena gruesa. Dentro de las plantas anuales o vivaces que se siembran directamente en el suelo: Amapolas, Cosmos, Delphinium, Caléndulas, Lobelias. “Siguiendo con los canteros es el momento de replantear los que quedaron muy grandes o sin forma, animarse a darles formas diferentes, más rectos o mas curvos, marcando sus bordes con ladrillos o madera dura para su mejor mantenimiento”, aconseja la paisajista. “No olvidarse de los rincones abandonados, emprolijarlos, y poner plantas de sombra que aportan color y vitalidad a esos espacios. Otras veces, la solución es un cubresuelo, que causa buen impacto y requiere de poca inversión y cuidado. Las trepadoras son también un buen recurso para taparse con el vecino, disimular un muro o poner simplemente en una entrada. Además, ocupan poco espacio y nos regalan largas floraciones y una sensación más silvestre”.
PUESTA A PUNTO
La tierra es tan importante como las plantas y muchas veces, como no se ve, la gente no quiere gastar en algo que queda enterrado, pero después se ven los resultados. “Hay que fertilizar, con lombri-compuesto, y agregar mucha materia orgánica como compost, mantillo de hojas, o algún fertilizante inorgánico aperdigonando. Algunas plantas necesitan un suelo acido para vivir, como la Hortensia, la Azalea, el Jazmín del cabo y la Camelia: siempre hay que agregarles pinocha y turba al suelo, para mejorar su crecimiento”.
Los árboles no necesitan de muchos cuidados, pero siempre viene bien un chequeo. “Fijarse que los tutores estén bien fijos, que no estrangulen los troncos, que los hilos no se hayan cortado. Controlar que no tengan plagas. El taladro y taladrillo están haciendo mucho daño este año en las arboledas. Mirar el color de las hojas, que muchas veces son indicadores de falta de nutrientes”.
El césped luego del reposo invernal, empieza nuevamente a verdear y se debe aumenta la frecuencia de cortes y riego. “Se imponen los riegos más profundos, con más cantidad de agua, pero no todos los días. También hay que fertilizar y agregar arena gruesa para nivelar los pozos que aparecen. En las zonas donde se raleó se pueden comprar algunos metros de grama o bermuda, removiendo antes un poco la tierra y agregando una fina capa de tierra con arena”.
Es el tiempo de chequear que el riego funcione bien. Es importante repararlo antes que los calores nos obliguen a estar todo el día con la manguera de un lado para el otro. “Hay mucha gente especializada dispuesta a poner todo en condiciones para que nuestro riego ande correctamente”.
Por último las plagas, todo se desarrolla con mucha rapidez y las hojas tiernas y llenas de clorofila atraen a los insectos y demás plagas. Las lluvias primaverales y el calorcito favorecen su desarrollo.
“No nos dejemos vencer, los pulgones los vamos a ver en los brotes tiernos, las cochinillas generalmente en el envés de las hojas, los caracoles en lugares húmedos y sombríos, las hormigas siempre, pero especialmente después de la lluvias. Existen muchos métodos naturales y mecánicos para combatirles. El ecosistema nos invita a probarlos, a probar todos esos remedios caseros que tanto nos han hablado, no son complicados, sólo hay que dedicarles un poco de tiempo y constancia. Si la plaga esta incontrolada, como último recurso, existen en el mercado gran variedad de agroquímicos específicos para combatirlas”, concluye la especialista.
Finalizadas todas las tareas, es el momento de un buen y merecido descanso al sol admirando todo lo que la naturaleza nos regala, color, alegría, perfumes y ¡vida!
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Por Pauline Walker