Un libro insultante, según su propio autor

Un libro insultante según su propio autor

 

Vivencias, historias, percepciones y un escenario frecuente: el country.

Eddie Fitte es periodista y escritor. Nació en 1987 en el “pueblo” de Pilar. Fue testigo junto a su familia del vertiginoso crecimiento inmobiliario de los alrededores del partido. Allí vivió hasta los 20 años. Si bien por momentos siente cierta nostalgia por el verde y la tranquilidad, no extraña tener que subirse al auto para ir a comprar cigarrillos. Ahora disfruta del agite de la ciudad y del movimiento palermitano día y noche. Es graduado de TEA. Empezó en Clarín como pasante a los 21 años. Son varios los trabajos que realizó para Telenoche que tuvieron gran repercusión. Así como también su blog personal. Hoy integra el panel de En Síntesis. Su libro de cuentos Un culo en mi ventana, que se publicó en mayo de este año, dio lugar a muchos llamados telefónicos.

Explica que su propósito es mostrar “las miserias de la gente con dinero” y el agregado country aparece junto a ellos, pero que de ninguna manera puede hacerse una generalización. “Si todas las personas que viven en los countries fueran como las describo en mis cuentos, entonces yo no podría tener a muchos de mis amigos de siempre en la zona de Pilar.”

Reitera que se trata de ficción para entretener y que aquel que encuentra coincidencias o se siente involucrado entonces “tiene cola de paja”. Ahora bien, el que avisa no traiciona y el escritor anticipa lo que se viene en su Advertencia del autor, donde cuida al lector por primera y última vez.

Su padre era un médico muy querido en Pilar. Gran parte del contenido de sus cuentos se desprende de la situación económica difícil que enfrentó toda la familia ante la quiebra de su clínica, “así empezó esta grafomanía, desde muy chico, siempre ficcionalicé lo que me pasaba. Mi vieja y mi viejo, que eran los que me leían, sabían lo que me ocurría. Era claro que estaba retratando mi día a día”. Su escritura funcionó en primer lugar como válvula de escape pero una vez que recopiló, maduró y le dio formato a esos relatos, el ahora libro puede abordarse desde dos lugares: uno es la crítica social y otro es el entretenimiento.

Destaca Eddie que su propósito no es generar un cambio social, sin embargo lo que la lectura pueda despertar corre por cuenta de cada uno, “me gusta que el libro sea molesto, que provoque reacción.”

Explica que lo que hizo fue compilar lo que vio, escuchó o percibió y luego lo mezcló con personajes ficticios, historias que habían ocurrido de verdad, finales que él había inventado y personajes que eran reales pero con nombres cambiados. “Si vos querés buscarle una capa más profunda, la tiene pero me gustaría que la gente se divierta o se ría de sí misma. Yo también, al escribirlo, me reí de mí”.

Un libro insultante según su propio autor

Un culo en mi ventana es un compilado de historias cortas de distinta índole. El autor utiliza un humor, un lenguaje y una narrativa muy particular. Las piletas en los club houses pueden ser escenarios de momentos incómodos. Se desprende de los argumentos mucho de lo que Fitte cuenta haber percibido durante su infancia: “vi racismo, discriminación, xenofobia, antisemitismo, diferencias sociales y poco respeto entre padres e hijos.” Aclara también que no reniega de haber sido parte de esa sociedad. Amparado en eso, las descripciones en sus cuentos son agudas y no se someten a filtro: “En un country no es mala educación hablar de plata pero sí preguntar de dónde viene.”

Tuvo su momento de preocupación acerca de la calidad y la madurez de su libro, de hecho reitera que no se considera un escritor. Sin embargo, esto difiere de la opinión de aquellos que lo instaron a publicar. El primero con quien compartió su escritura, hasta el momento íntima, fue Ezequiel Martínez, director del suplemento Ñ de Clarín. Su opinión junto a la de Pablo Plotkin, director de la Rolling Stone y Jorge Fernández Díaz, escritor de La Nación, figuran en la contratapa del libro y hablan de un nuevo escritor, de hallazgo, virtud y “fábulas modernas que irrumpen en la literatura sin pedir permiso.”

Lo que Eddie sí destaca de su propio libro es que “tiene algo parecido a la tele, tal vez la velocidad. En una primera lectura parece superficial, puede leerse en un día, pero luego habilita ser pensado desde otro lugar.”

Cuenta el periodista que es parte de su rutina ir anotando frases de distintas personas en su celular, “si un personaje me divierte, apunto como es. Voy guardando notitas, acumulando material, creando un mundillo de frases y hábitos. Entonces un buen día, me levanto y lo vomito todo en un cuento.” Su escritura es meramente vivencial, eso es lo que le interesa recalcar también de Un culo en mi ventana. “No lo escribí desde el lugar de mala persona. Es un compilado de cosas que sentí durante un par de años. No digo que la vida tenga que ser de otra manera. El libro no tiene nada para enseñarle a nadie”, concluye.

 

Por Sofía Moras

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