Las Novias de Travolta transita ya su tercera temporada y recibe al público los viernes, sábados y domingos por la noche en el teatro CPM Multiescena. Viviana Sáez, Carina Galucci, Carolina Frosio y Mariela Compagnucci son cuatro amigas que en un cumpleaños, entre sushi, reflexiones, brindis y música de los Bee Gees, revelan la crisis que cualquier mujer pueda atravesar a los cuarenta años. La dirección es de Osvaldo Laport y participa su hija Jazmín, actuando en teatro por primera vez.
La familia Laport vive en Tigre desde el año 1992. Viviana cuenta que disfruta mucho los días en su casa de Pacheco “tengo mucho verde, tengo mi huerta, mis arboles, mis plantas. Hace 23 años empecé con mi vida de campo en este lugar que ahora es una ciudad”. Desde 2007 entrena en el Club Nordelta con Jazmín y Osvaldo. Nordelta siempre fue un lugar que les gustó y los hizo sentir cómodos. A su vez, les queda a quince minutos de su casa. Viviana comenta que cuando la zona empezó a cobrar movimiento, muchos amigos del medio se trasladaron. De hecho, en esta temporada, se incorporaron a la obra dos actrices de Nordelta, Carolina es vecina de Barrancas del Lago y Mariela de Sauces.
Luego de arduo trabajo y mucho “remarla”, lograron este año formar una cooperativa de trabajo y llegar a la calle Corrientes. Sobre los inicios de la obra, cuenta Viviana que entre ella y Osvaldo era recurrente la idea de autogestión. Cuando surge el proyecto, se combina con un deseo que ella tenía hace tiempo, “siempre lo vi trabajando en lo suyo, armando personajes y me encantaba su generosidad y dedicación hacia el arte, entonces le dije que quería que me dirija. Así empezamos…”. Esta temporada también es especial porque se incorpora al elenco su hija Jazmín, “es muy importante que haga su debut teatral con nosotros”.
Si bien ahora la obra implica muchas horas de dedicación, más aún el fin de semana, las actrices priorizan el estilo de vida de la zona aunque implique organización y logística en la vida familiar. El Día del Padre puede ser un motivo por el que posterguen su horario de encuentro. De lo contrario la previa comienza cuatro horas antes de cada función entre café, charlas, maquillaje y el resto de los preparativos.
Mariela Compagnucci cuenta que en la obra se abordan temas profundos desde el drama y el humor. Aparece el miedo, la soledad y la angustia de la crisis de los cuarenta. Recalca que el cumpleaños es una excusa, que lo más importante es que son cuatro mujeres hablando de la vida. La sorprende la devolución del público, tanto de hombres como mujeres que se sienten identificados con ciertos temas.
Carolina Frosio también disfruta el feedback. Comparte en el escenario sus vivencias como adolescente y mujer a través de su personaje, “todas pasamos por situaciones que se plantean en la obra, el factor común es que somos mujeres. Puede venir desde Doña Rosa hasta la Primera Dama a ver la obra”.
En sintonía con el equipo, Jazmín también siente la cálida respuesta del público y expresa que la sorpresa de la gente al verla actuar por primera vez le causa mucha gratificación, “podés estar con cualquier humor pero llega el momento de la función y todo es color de rosas”. A su vez, comenta que disfruta mucho de llegar a su casa luego de un largo día de trabajo en la Capital, “allá tengo mis amigos y mis cosas, no lo cambio por nada”. Este año lanzó su emprendimiento Boutique de Antojitos, ofreciendo dulces y tortas a muchos de sus conocidos de Nordelta que ya son clientes, “siempre miré a mamá cuando era chica, cómo cocinaba cosas ricas y ahora me animé con esto”.
Mientras termina de maquillarse, Viviana resalta que detrás del telón de Las Novias de Travolta se ha formado un grupo de trabajo familiar. El novio de Jazmín se encarga del sonido. Su cuñada, Patricia López, es la maquilladora. Ángel San Gregorio, su electricista personal, es quien hace las luces. Y muchos son los amigos que los acompañan en el vestuario y en el asesoramiento desde el principio. Asimismo menciona la ayuda y el apoyo de muchos de los locales del Nordelta Centro Comercial que les brindaron ropa, zapatos y anteojos ya que las actrices son clientas y amigas de las dueñas. También el infaltable sushi de la Bahía que es el menú del cumpleaños de estas cuatro amigas y luego… ¡se convida al público! Viviana comenta acerca de la adrenalina de la obra y de lo orgullosa que se siente por el equipo maravilloso que han formado, “todo es importante: desde volantear, también la publicidad y finalmente subir al escenario para dar todo”. Sólo queda participar de este festejo y entre risas, lágrimas y un poco de champagne, animarse a bailar música de los ‘80 para ver qué hay de uno en esas cuatro mujeres.
Por Sofía Moras