Durante el fin de semana, más precisamente en su edición del sábado 1 de agosto, el diario La Nación incluyó en su portada el titulo «Alarma por la inseguridad en el Corredor Bancalari». En el texto publicado en el diario, aparecen imágenes de vecinos de la zona manifestando y reclamando por los diversos hechos delictivos ocurridos en el último tiempo, en especial durante julio, llegando incluso a la muerte de una persona en el homicidio ocurrido en el ingreso al barrio cerrado La Comarca.
El corredor Bancalari, que va desde la ruta 202 hasta Benavidez, comunica ocho countries, cuyos propietarios han denunciado, entre otros hechos, piedrazos, disparos con armas de aire comprimido, robos a empleados en la vereda que comunica la 197 con Santa Bárbara… y el listado sigue. No importa día u horario, incluso hay algunos que aseguran que la zona ha sido liberada y que esto responde a cuestiones políticas, de cara a las elecciones primarias del próximo domingo.
Hace pocos días publicábamos algunas declaraciones del intendente Julio Zamora que hacía referencia al homicidio en La Comarca, donde mencionaba el problema de la comúnmente llamada puerta giratoria de la justicia (el asesino del empleado del servicio de correos había sido detenido y liberado ya tres veces por diversos delitos). Sumado a esto, ahora Sergio Szpolski, candidato a reemplazar a Zamora por el Frente para la Victoria aseguró: «Rompimos el engaño de Sergio Massa y Julio Zamora. Hasta los lectores de La Nación leen sobre la inseguridad en Tigre». Para sumar más leña a la polémica, un colaborador del ministro de seguridad bonaerense Alejandro Granados, dijo al diario: «No está desbordada la seguridad en Tigre. Lo que pasa es que algunos decían que era la Miami argentina y de Miami sólo tiene las palmeras».
Por último, la publicación incluye el testimonio de Miguel Flitt, director de Los Sauces en Nordelta, quien explica que algunos de los problemas comenzaron después del cambio de vías del ferrocarril Mitre que se extiende paralelo al camino Bancalari: «Para hacer las obras sacaron las alambradas que separaban vías del camino. Entonces, el corredor quedó abierto a delincuentes para que entren, roben y salgan o tiren piedras».
Una polémica con varias aristas, diversas opiniones y un debate que recién comienza.