Desde hace tres años que la Fundación Nordelta impulsa un nuevo programa denominado Contraturno, un complemento escolar para los niños del barrio Las Tunas que se encuentren cursando entre primer y tercer grado de la escuela primaria. Este programa, que ya probó ser exitoso en sus tres primeros ciclos, brinda diversos espacios de trabajo, aprendizaje y juegos -todos ellos planificados y realizados por docentes- tres veces a la semana. De este modo se refuerza la educación curricular que se les brinda a los chicos en las escuelas de jornada simple a las que asisten.
“Es un programa que fue pensado para complementar la educación que brindan las escuelas de la zona de Las Tunas, tanto públicas como privadas subvencionadas por el Estado. Dado que la escuela pública en general está pasando una situación de crisis en relación no sólo al ausentismo docente causado por paros, licencias y problemas de infraestructura, sino también por otros factores como la falta de motivación tanto de alumnos como de maestros, decidimos crear un espacio de trabajo en el cual los niños pudieran experimentar el gusto por el aprendizaje y la alegría del desafío diario de construir conocimientos”, explica la licenciada Gabriela Bottino, Coordinadora del Área de Educación de Fundación Nordelta. “La rutina diaria incluye una charla inicial grupal en la que todos comentan las novedades del día, el desayuno, juegos en el patio, juegos de mesa y tareas de matemáticas y lectoescritura. Cada aula tiene su propia biblioteca y los alumnos tienen la posibilidad de llevarse libros a casa en calidad de préstamo. Es destacable el amor a los libros, el cuidado y la dedicación que las familias ponen en la tarea de leer en casa. Nos hemos emocionado hasta las lágrimas al recibir muñecos realizados con las instrucciones de las páginas de Art Attack o al tener que salir a buscar más libros de Gaturro porque nos decían ‘esos ya los leí todos’”.
Dado al compromiso que asumen los padres con la importancia que tiene la educación en la formación de sus hijos, estas actividades de refuerzo se realizan en base a todas las materias curriculares y extracurriculares, asegurando de este modo la continuidad en los contenidos abordados en clase.
“Las maestras son el pilar fundamental de este programa. Son cálidas, comprometidas, sensibles y dedicadas. Han comprendido desde el primer día lo importante que es su tarea en el barrio y actúan en consecuencia. Las familias las respetan y las valoran reconociendo su trabajo y su entrega constantes”, detalla Gabriela. “La tarea es dura: actualmente contamos con seis grupos de primer a tercer grado y debido al espacio físico que nos condiciona no podemos ampliar más esta oferta, pero hay muchos más niños que necesitan reforzar su escolaridad. Esperamos contar, en el futuro, con los recursos necesarios para seguir brindando el Programa Contraturno a los chicos de Las Tunas”. Si bien el programa es financiado anualmente gracias a los aportes de los vecinos del barrio Castores, todos podemos colaborar para que ese deseo se convierta en realidad, desde donando materiales o trabajo voluntario, hasta con aportes económicos. Para comunicarse con la fundación, llamar al 4871-4935/36 y por asuntos vinculados a voluntariado, escribir directamente a Sylvina González Venzano al correo electrónico sgvenzano@fundacionnordelta.org
Por Damián Serviddio