La problemática zonal vinculada a los perros en situación de calle aparece a diario en la vida de los vecinos y da lugar a un amplio debate. Representa un gran peligro la posible reacción agresiva de los perros frente a las personas que transitan la zona o se encuentran realizando actividades recreativas en los espacios verdes. Más aún si el animal estuviera hambriento, fuera portador de alguna enfermedad o tuviera un comportamiento salvaje.
Nuria vive en el barrio El Palmar hace 2 años y relata la situación desagradable que vivió junto a su perro, el martes 10 de marzo en el Paseo de la Bahía, cuando un perro callejero lastimó al suyo generándole varías lesiones. Vincula este episodio con lo ocurrido hace un año cuando una jauría de ocho perros la atacó en la Avenida de los Lagos. Se desprende de su discurso, en repetidas ocasiones, una disconformidad considerable con respecto a la intervención de la Asociación Vecinal Nordelta. Expresa no haber recibido la respuesta esperada al considerarse una vecina respetuosa del reglamento que indica llevar a su perro con correa y hacerse cargo de todos los gastos que habría en caso de algún eventual accidente causado por su mascota. “Fui con una nota del veterinario que decía que mi perro estaba claramente lastimado y nadie me dio una respuesta, me dijeron que ellos no podían hacerse cargo de nada por una cuestión legal”. Agrega que el perro que provocó el daño no fue rastreado. Por otro lado, menciona que son varias las personas que con intención de ayudar a los animales, los alimentan y esto hace que los perros permanezcan en el lugar con actitud territorial y agresiva. “Aunque lo ayuden en el momento, el perro que queda en la calle, está en peligro”, agrega. Asimismo, menciona que AVN explica no poder intervenir debido a las denuncias que pueda haber de parte de las asociaciones protectoras de animales. Como una solución posible, Nuria propone que haya personal capacitado para abordar la problemática ya que son muchos los vecinos que se encuentran en una situación similar con su mascota. Plantea entonces la necesidad de un trabajo en conjunto para llegar a una solución que ampare tanto al animal como al vecino, contemplando la ayuda que brindan los refugios o los lugares que se encargan del adiestramiento de perros.
En consonancia, Perro Comunitario es una ONG que se dedica en forma solidaria a mantener un control y seguimiento de los perros sin hogar, en la zona de Nuevo Delta, realizando castraciones masivas, desparasitación, vacunación y brindándoles alimento diario. Para mantener un censo de los animales que entran en su sistema, les colocan un collar identificatorio. Con respecto a los episodios ocurridos, la ONG declara que su objetivo es intentar que haya la menor cantidad posible de perros en situación de calle por la zona, pero que es un proceso donde los resultados podrán verse a largo plazo. La presidente de la ONG, Karina Kissling, explica que es una problemática social difícil y que muchas veces las personas no están informadas. Por esta razón, la propuesta de la organización incluye crear conciencia y abordar la parte educativa. Agrega que en reiteradas ocasiones se han reunido con AVN con la intención de unificar esfuerzos para controlar la población de perros dentro de Nordelta pero que no han podido llegar a un acuerdo. Explica que trasladar los animales a otras zonas no resulta una solución efectiva. Con respecto a los perros con actitudes salvajes, informa que para abordar la correspondiente rehabilitación, el costo es muy alto, y aclara: “respecto de la alimentación de los animales en la vía pública, la ONG solo alimenta a los perros que entran en el circuito de Perro Comunitario”. Frente a los episodios puntuales, expresa: “no tenemos estructura para hacernos cargo de todos los animales, tampoco tenemos cómo agarrar a un perro salvaje, distinto sería si todos colaboraran, la idea es trabajar en conjunto y difundir”. Para efectuar las castraciones masivas, la ONG trabaja en equipo con Zoonosis del Municipio de Tigre. Hasta aquí han brindado ayuda a 400 animales, lo que redujo considerablemente la cantidad de perros callejeros que transitaban los accesos principales de la zona.
Por su parte, AVN comunica no estar ajena a la problemática. Informa que se han reunido recientemente con el grupo SOS Animal de Tigre, representado por Claudia Decoppet y han llegado a acuerdos provechosos para solucionar el tema desde la raíz. Por otro lado, comunican estar dispuestos a colaborar con cualquier ONG que proponga un proyecto lógico y viable. A su vez, mencionan su compromiso para preservar la flora y la fauna autóctonas de la zona, haciendo una distinción con respecto a los perros salvajes que puedan poner en riesgo a la población de Nordelta. Con respecto a esta situación están trabajando en conjunto con el grupo SOS para implementar la metodología más apropiada. La propuesta sería capturar a los perros salvajes utilizando dardos adormecedores y trasladarlos al destino que SOS disponga para rehabilitarlos y darlos en adopción. Expresan que lo más importante para ellos es la conciencia del peligro ante un perro salvaje y la buena administración de dicho problema. Frente a los accidentes que puedan tener los vecinos con los perros, declaran estar siempre comprometidos para emprender la búsqueda del animal y comunicarse con las organizaciones solidarias para determinar el abordaje de cada caso en particular. Explican que desconocen la contratación que pueda hacer la parte privada para sacar a los perros del lugar. Respecto de la alimentación a los animales en las calles, expresan la necesidad de implementar una forma ordenada para evitar la actitud agresiva del animal. Diferencian los perros dóciles de los salvajes y remarcan la vulnerabilidad del vecino. Insisten en que su objetivo es trabajar en conjunto, administrando correctamente, “y esto no se puede lograr en los extremos, sino en los medios”. Aclaran que AVN tiene sus funciones y su estatuto por lo que no pueden destinar los recursos del vecino a un proyecto que no sea concreto.
Cada punto de vista se sustenta en una argumentación válida y coherente. Se rescata de los distintos relatos un factor común: trabajar en conjunto y llegar a un acuerdo. Por consiguiente, el paso a seguir podrá relacionarse con elaborar, direccionar y organizar una propuesta que represente a las distintas partes y solucione una problemática que toca de cerca a todos los vecinos.
Por Sofía Moras