Un Peugeot 505, en bastante mal estado de conservación, estuvo todo el fin de semana largo parado en la banquina de la Avenida Troncal de Nordelta, a la altura de Cabos del Lago. En las últimas semanas, la situación se ha repetido (aunque nunca por tanto tiempo): autos que se descomponen y quedan estacionados sobre el asfalto o el pasto de los jardines linderos. En muchos casos esos vehículos no pertenecen a propietarios de Nordelta. Y la Avenida no tiene previstas banquinas para el estacionamiento: el Peugeot está en la salida del barrio, precisamente.
Esto plantea un tema de debate: ¿de quién es responsabilidad mover esos vehículos cuando sus dueños no lo hacen? ¿De la AVN, que controla la Troncal? ¿De la Municipalidad, dueña en verdad de esa avenida?
Con el incremento del tránsito local, esos casos se seguirán multiplicando y deberá tomarse una resolución al respecto.