Dependencia emocional

Dependencia emocional 

Por Lic. Constanza Bonelli

Por dependencia emocional en el adulto entendemos un modo de vínculo patológico que se desprende de la repetición de vínculos primarios de apegos disfuncionales con las figuras de los padres. Sobre la base de relaciones primarias dependientes, que no estimularon la autonomía y no ayudaron a la construcción de una adecuada autoestima en los hijos, se establecen patrones patológicos de relación. 

Dependencia emocional
Dependencia emocional

Se trata de adultos que establecen dependencia hacia su pareja y a raíz de ello se comportan de un modo infantil. No pueden tomar decisiones por sí mismos, necesitan permanentemente la aprobación del otro en cada uno de sus actos, se desdibujan porque giran alrededor de la vida del otro como si fueran un complemento, y la posibilidad de ser abandonados es percibida con fantasías catastróficas de aniquilación.  

Teoría del apego: 

John Bowlby, psiquiatra y psicoanalista inglés, desarrolla la teoría del apego para dar cuenta de los modos en que los niños se relacionan con sus cuidadores, y a partir de allí podemos pensar en los vínculos que establecen en la vida adulta. 

Distingue algunas claves en la relación entre el niño y su madre (o cuidador). La confianza ayudará a que el niño no experimente miedo mientras se encuentre cerca de su madre. Esta confianza se desarrolla durante las experiencias que suceden en la infancia y en la adolescencia y lo acompañarán durante toda su vida. En el futuro, sobre la experiencia de haber sido asistido, el niño esperará seguir siéndolo lo cual le permitirá animarse más a vivir nuevas experiencias.

La tesis fundamental de la teoría del apego es que la seguridad emocional, la ansiedad y los temores del niño se desarrollan a partir de las respuestas que recibe de sus cuidadores, de sus vínculos primarios. El descubrimiento del mundo lo hará según la confianza y seguridad que desarrolle a partir de esta relación inicial.

Dependiendo de las características de este apego primario el adulto tendrá mejores o peores bases para las relaciones futuras. Si el apego ha sido saludable el niño desarrollará autonomía y autoconfianza por lo cual podrá crear vínculos no dependientes. En cambio, si fue disfuncional, establecerá relaciones patológicas dependientes.  

Adicciones:

El apego patológico, inseguro, forma individuos con baja autoestima, alta ansiedad, con angustia catastrófica, que no pueden regular las emociones ni desarrollar empatía y con excesiva autocrítica. Se trata de personas que pueden caer en la adicción tanto hacia la otra persona como a cualquier otro tipo de adicción. 

Las adicciones muestran vínculos patológicos con alguien o con algo. Se establece una relación con una persona o con un  objeto con la fantasía de que va a durar para siempre y que va estar siempre presente. Que así se va a alcanzar la felicidad, la seguridad y se encontrará el sentido de la vida.

El tóxico es un objeto que se percibe como completo y del que se dispone a propia voluntad, es decir, que depende sólo del deseo del consumidor sin mediar consideración del otro (otro=tóxico). Se trata de una relación patológica que se desprende de vínculos primarios ausentes o excesivamente presentes. 

Para relacionarse saludablemente es necesario disponer de una buena autoestima, haber sido estimulados con confianza en la autonomía. Poder elegir al otro por deseo y no por supuesta necesidad, con empatía y consideración de los deseos del otro. Comprender las diferencias en los dos que forman el par y no creer la idea poco saludable de que son dos que hacen uno, la “media naranja” que la literatura promueve en una mirada romántica del amor que confunde la posibilidad de generar relaciones sanas. 

Lic. en Psicología UBA
Psicoanalista APA
Mat.: 31906                                              
licbonelli@gmail.com / Ig: lic.constanzabonelli
Cel.:156-272-2973

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