“AMAR ES DAR LO QUE NO SE TIENE” (J. LACAN)
Por Lic. Constanza Bonelli
Así define al amor Jacques Lacan, psiquiatra y psicoanalista francés, quien aportó muchísimo al psicoanálisis continuando la obra de Freud.
Sobre el concepto del amor se ha dicho y se dirá mucho. Para definirlo es necesario considerar la cultura, las costumbres, la época. La poesía, la filosofía, la psicología y el psicoanálisis han dedicado mucho al tema del amor. Existe una abundancia de definiciones sobre el amor.
La filosofía griega remite a Eros, Dios del amor, como una especie de energía cósmica que mantiene en unión a la humanidad, unidos con un impulso sexual que incluso podemos referir a la continuidad de la especie.
La noción platónica del amor se relaciona a una búsqueda de satisfacción que imprime experiencias dolorosas de modo inevitable. Principalmente porque en el amor se busca algo que no se puede encontrar, porque no existe.
La frase utilizada por Lacan “Amar es dar lo que no se tiene” es tomada de Platón e interpretada por Lacan.
¿A qué se refiere? Amar es dar, entregar, brindar al otro. ¿Pero qué se da? Se da lo que no se tiene, justamente porque por estructura siempre algo nos falta, y es eso lo que vamos a buscar, y a dar. Lo que por definición psicoanalítica nos falta, nos define como sujetos deseantes, es decir, en permanente búsqueda. Incluso es el deseo el motor de nuestras vidas, sin ello no tendríamos motivos para vivir.
Lacan, sobre estas definiciones freudianas hace hincapié. El atravesamiento universal por el complejo de Edipo nos constituye como sujetos deseantes, castrados, con algo perdido y para siempre. ¿Qué es eso que está perdido? Algo que nunca existió, pero que tuvimos la ilusión de tener, y que además lo perdimos, el Paraíso Perdido del amor de los padres. El incesto prohibido en el complejo de Edipo, que es imposible aún en la aberración de materializarlo. A eso que no podemos alcanzar a tener, a eso perdido que nunca existió, se lo llama castración, obvio, simbólica y no real.
La neurosis es una especie de intento de burla a la castración, que está destinada a fallar. En ella el sujeto cree tener y cree poder dar. Se confunde con dar bienes, regalos, cosas, en un intento de ocultar, negar lo que no se tiene y, por ende, no se puede dar. En este intento neurótico siempre fallido, se intenta no ver la falta en uno ni la falta en el otro. Es la ilusión de completud de muchas parejas en el período de enamoramiento, que comparten la ilusión de tener una misma ilusión, intentando con fuerza no encontrarse con eso que falta y que siempre va a faltar.
Muchos síntomas tienen como objetivo este ocultamiento, sobre todo en la actualidad. Las patologías actuales más comunes se relacionan con lo que se denomina patologías del vacío, se trata de modos patológicos de intentos de llenado de un vacío intolerable. Aquí entran las adicciones en todas sus variables, los trastornos de alimentación, entre otros síntomas.
Volviendo a la frase de Lacan, amar es dar lo que no se tiene, entonces es dar la castración. Es ubicarse en el lugar de objeto de amor del partenaire, renunciando a la ilusión de encontrar el paraíso perdido.
A esta frase se le ha agregado una segunda parte como si la hubiera dicho Lacan aunque no fue así. “Amar es dar lo que no se tiene, a quien no es”, aunque se entiende ya en la conceptualización del autor. Para amar tengo que aceptar que no soy completo, que algo me falta y que siempre me va a faltar, a la vez que tengo que aceptar la falta en el otro, saliendo de la ilusión insostenible más allá del enamoramiento inicial que pretende tal completud.
Esto del tener y no tener, en la terminología psicoanalítica se llama “falo” y “castrado”, aludiendo además al cuerpo. El varón tiene, por sus genitales masculinos, el pene=falo, y la mujer no tiene, genitales femeninos, vagina=castrado. Sin embargo, se trata de algo simbólico y no real, de posiciones que se asumen más que de una cuestión física, ya que incluso el tener pene no garantiza tener el falo. Siguiendo esta lógica, amar feminiza, desde la idea de que amar es mostrarse no completo. De allí provienen varias dificultades en cuanto a asumir la posición para amar, tanto en varones como en mujeres. Desde esta dificultad de aceptarse castrados, ambos pueden entrar en una lucha por el poder=falo en la relación. Lucha que asegurará conflictos y sufrimiento, que no será más que la imposibilidad de amar.
Las modalidades del amor son sensibles a la cultura a la que pertenezcan, y los cambios culturales de los últimos tiempos incidieron fuertemente en las mismas. Más allá de esto, la disponibilidad para amar sigue estando asociada a aceptar que no estamos completos y que nunca lo vamos a estar, aún en la relación con el otro. A la vez que es indispensable para poder amar entender y respetar la otredad, es decir, la diferencia y la singularidad de cada miembro del par.
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“AMAR ES DAR LO QUE NO SE TIENE” (J. LACAN)
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