Los niños y la pandemia
Por Lic. Constanza Bonelli
Sin dudas, al igual que para los adultos, para los niños esta situación de aislamiento obligatorio y el temor por la pandemia es angustiante. Según las edades entenderán más o menos la situación que estamos viviendo, pero siempre requerirá de una adaptación. Para ello es necesario contar con cierta información que debe ser pensada según la edad del niño a quien se informe.
Los más chiquitos verán que algo extraño sucede, que mamá y papá trabajan desde casa, que los días tienen rutinas nuevas y una explicación moderada y adecuada a la edad será muy tranquilizadora. Se les puede decir que existe un virus fuera de las casas por lo cual es necesario quedarse dentro de ellas mientras los científicos encuentran la vacuna y podamos salir otra vez a hacer nuestras actividades de siempre. Para los que son más grandes y están escolarizados se les puede preguntar primero qué es lo que saben de la situación y explicar lo que ellos quieran saber. Cuando les damos información a los niños es importante prestar atención a sus inquietudes y no dar más información de la que ellos quieran recibir. A veces es mejor dar de menos que de más si no nos damos cuenta bien hasta dónde quieren saber. Ellos siempre podrán preguntar.
Otra situación muy importante en los niños escolarizados además de la necesaria información sobre la situación actual, es la nueva modalidad de escolaridad online. Para pensar esto también es necesario diferenciar según edades.
Para los más chiquitos, jardín de infantes, las actividades tienen la intención de mantenerlos activos y conectados, además de brindarles a los padres ideas sobre tareas que pueden hacer con sus hijos ahora que tienen que compartir todas las horas del día.
Para los chicos de primaria que están trabajando con clases online, la exigencia puede resultar por momentos abrumadora. Primero asimilar la situación del aislamiento, la rutina diaria con todos en casa y la nueva modalidad online con tareas que requieren de una concentración más independiente, puede ser angustiante y es necesario que estemos atentos para poder brindarles nuestro apoyo y ayuda con las tareas si es necesario, hasta que asimilen el nuevo hábito escolar online. Tranquilizarlos si todavía no encontraron un buen ritmo y se sienten sobrepasados. Paulatinamente irán acomodándose.
Los alumnos de secundaria están más exigidos de tareas pero cuentan con mayor madurez para responder mejor a la situación, sin embargo también tenemos que estar atentos a sus necesidades y colaborar con ellos si nos necesitan.
Es muy importante que los niños estén conectados socialmente. Si bien siempre estamos intentando medir las horas de conectividad para que no sean excesivas, ahora en cuarentena estamos en una especie de “impasse” en el que la hiperconectividad es salud.
Es necesario que se conecten con amigos de todas las maneras que puedan, por redes, en juegos de play, podemos ayudarlos a crear algunos juegos en los que participen los amigos mediante alguna app de videoconferencias. También es muy importante que estén conectados con los familiares que no ven, sobre todo con los abuelos. Encontrar modos creativos de comunicación para que puedan disfrutar todos de esa situación y no sea una mera charla. Pueden pensar actividades que se pueden compartir a la distancia por medio de la comunicación. Esto también será necesario y saludable para los adultos mayores que necesitan estar conectados con toda la familia y la relación con los nietos es fundamental.
Además de las actividades online también ser creativos encontrando actividades de juegos que no requieran pantalla y mantener cierta actividad física adaptada a las posibilidades de cada hogar.
Como toda situación de crisis, esta también es una posibilidad de crecimiento. Claro está que lamentaremos cada una de las muertes que sucedan pero como sociedad tenemos que poder capitalizar el sufrimiento de una situación tan traumática. Esperemos que esto nos enseñe a cuidarnos más a nosotros mismos y a los demás, que los lazos sociales sean cada vez más valorados y respetuosos, que frente a la muerte inevitable de tantas vidas podamos valorar más lo esencial y dejar de darle importancia a lo banal. Ser solidarios, empáticos, respetuosos con los demás y con nosotros mismos, es un buen aprendizaje al ver que ante la enfermedad de la pandemia somos todos iguales, aunque los mayores sean los que están en más riesgo, pero que no hay clase social ni económica que escape a la situación. El mundo entero está unido en contra del virus en un aislamiento social que nos une en una misma misión #quedateencasa.
Los niños y la pandemia
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Candidata de la Asociación Psicoanalítica Argentina
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