Día Mundial de la Higiene: Algunos consejos para mantenerla correctamente
Cada 3 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Higiene con el fin de promover medidas de aseo para el cuidado de la salud de la población. Este día apunta a recordar la importancia de la higiene en la prevención de distintas enfermedades y a reforzar acciones para preservar los lugares públicos y nuestros hogares.
La palabra higiene hace referencia a la limpieza aseo de espacios o personas. Es una práctica que debería ser de gran importancia en la vida de los seres humanos, ya que de no ser así, traería negativas consecuencias para el organismo y la sociedad.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia o UNICEF, afirma que más del 50% de las enfermedades y muertes en niños pequeños son ocasionadas por los gérmenes provenientes de materia fecal, que se transmiten al comer alimentos con las manos sucias o ingerir agua contaminada.
Por ese motivo, brindamos algunos consejos para que puedas incorporar a tu rutina, y así, mantener una buena higiene.
1. Cepillarse los dientes por lo menos dos veces al día. El tamaño y la forma del cepillo deben adaptarse a su boca y permitirle llegar a todas las zonas con facilidad. El cepillo de dientes debe cambiarse cada tres o cuatro meses.
2. Tomar un baño diario, especialmente si vivimos en lugares con mucha contaminación y humedad.
3. Cambiar nuestra ropa interior todos los días y lavarla bien.
4. Lavar las manos tanto como sea posible. Se recomienda agregar jabón en las palmas de las manos y frotar entre 15 y 20 segundos. Según UNICEF, “lavarse las manos con jabón ayuda a reducir la incidencia de infecciones respiratorias hasta en un 23 %”.
5. Cepillarse bien las uñas con un cepillo.
6. El cuidado de nuestro entorno. Es importante mantener la limpieza de tu hogar, ya que los gérmenes pueden propagarse. Las alfombras y almohadones deben ser sacudidas al menos una vez por mes.
7. Lavar bien los alimentos que vamos a consumir. Las frutas y verduras con cáscara deben lavarse con un cepillo de cerdas duras bajo el chorro del agua, por lo menos durante 20 segundos.
En el caso del pollo, queme los restos de plumas con un encendedor de cocina, después lave al ave con agua bajo y con un cuchillo retire la grasa y los restos de sangre de cada pieza. La carne de res, puerco y pescado lave bajo el chorro de agua y al igual que en el pollo quitar la grasa y la sangre. En el caso del pescado quitar las escamas y si se va hacer uso de la cabeza, retirar los ojos y las branquias.
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