Literatura infantil: historias que alimentan nuestro niño interior

Literatura infantil: historias que alimentan nuestro niño interior. Por: @viajarenpalabras

Los libros son como telescopios para observar otras dimensiones, aquellas a las que solo nuestra imaginación puede llegar. Nos invitan a crear, a perdernos para abrirnos a distintos mundos posibles que le escapan a la lógica. Qué importante es crear el hábito de lectura y regalarles a los niños su momento de tranquilidad para desconectar de la tecnología.

Los beneficios de la lectura infantil son muchísimos, entre ellos la adquisición de vocabulario, la mejora de la expresión, el desarrollo de la imaginación y la creatividad. El momento de lectura es un espacio de conexión con los hijos, hermanos, sobrinos y amigos. Un espacio que nos permite conectarnos con nosotros mismos; con nuestro niño interior que requiere ser alimentado diariamente para no perder la inocencia y las ocurrencias de los más chicos. Las enseñanzas más profundas se esconden en lo más simple, por eso, son las historias infantiles las que nos recuerdan lo esencial de esta vida.

El 18 de agosto se celebra el Día del Niño en Argentina, conmemorando la fraternidad y los derechos de los niños. Su origen se debe a las consecuencias de la Primera Guerra Mundial en la sociedad civil, especialmente en los infantes. Cada año recordamos la importancia de proteger a los más pequeños e indefensos.

En pos de celebrar la lectura y a los niños, recomiendo tres libros infantiles para regalar el próximo fin de semana:

Bigudí, Delphine Perret y Sebastien Mourrain

“Bigudí tiene el pelo blanco y anteojos de estrellas de cine. Vive en una ciudad inmensa, en el piso 156 de un edificio altísimo, y comparte sus ajetreados días con Alfonso, un viejo Bulldog francés”.

Creo que mi mamá compró este libro porque se sentía un poco como Bigudí; con aires de estrella de cine y amante de los bulldogs franceses -a pesar de que nunca tuvimos uno y Frida, una gran border collie, acompaña nuestros días. También creo que eligió este ejemplar para enseñarle a mi hermanita lo importante que es salir al encuentro del otro cuando estamos felices o tristes, que aislarse no es una solución y hablar sana.

Bigudí, como todos nosotros, sufre sin previo aviso. Los sentimientos la pasan por encima y llora en todos lados. En el cine. En la calle. En los estacionamientos. Incluso en el dentista. Hasta que lloró todas las lágrimas que tenía, “se dijo «nunca más» y decidió que nunca más le pasaría lo mismo”. Se encerró y cerró tanto su corazón que la puerta de su casa tenía una doble cerradura. La tristeza la superó y perdió su chispa, su fuerza amarilla de todos los días. Dejó de ser Bigudí.

Lo especial de este libro -uno de mis preferidos a la hora de elegir libros infantiles- es la naturalidad con la que expresa los sentimientos en etapas inevitables de la vida. A través de la literatura, los autores encontraron una herramienta para mostrarle a niños y grandes que no estamos completos sin el otro, sin un amigo o un familiar a quién darle la mano. Nos enseñan que la vida no siempre es de colores brillantes, pero debemos encontrar la fuerza para seguir y reencontrarnos con distintas tonalidades para hacernos más fuertes.

En algún rinconcito de nuestro ser, Bigudí se esconde para darnos una chispa de vida sin importar la edad y especialmente para recordarnos que ser vulnerables no es bajar los brazos, sino que nos fortalece y nos hace humanos.

The mixed-up chameleon, Eric Carle

¿Qué pasaría si un camaleón pudiera cambiar algo más que sus colores? The Mixed-up Chamaleon cuenta la historia de un camaleón que deseaba ser como el resto de los animales, su sueño se hace realidad y se transforma en todos a la vez.

El autor reveló que cientos de chicos son co-autores de sus libros: les pregunta qué sienten, qué imaginan y se pone a dibujar en los colegios que visita.
Eric Carle es un escritor de cuentos infantiles e ilustrador estadounidense, aunque vivió toda su vida en Alemania. Sus libros se caracterizan por ser simples pero con ilustraciones coloridas y vibrantes para enseñar a los más chicos: desde los colores y animales hasta la siembra y cosecha. Además, su prosa está cargada de valores como el respeto, la diversidad y la aceptación.

Los libros simples son los mejores. No puede faltar un ejemplar de Carle en tu biblioteca. Las originales ilustraciones acompañan una prosa simple y llevadera.

Otros libros que recomiendo de este autor:

• The very hungry caterpillar
• The very busy spider
• Pancakes, pancakes
• From head to toe

¡También están en castellano! Su colección tiene más de 70 libros

Una niña hecha de libros, Olivia Jeffers y Sam Winston

“Soy una niña hecha de libros” dice la leyenda al inicio de este libro que poco tiene de lectura para chicos. Muchas veces dije esto, pero creo que los libros infantiles guardan secretos para los grandes y serán develados únicamente si nos atrevemos a entrar en juego con las palabras y su hipertextualidad con la realidad.

Como un canto a la alegría, las aventuras que vive esta niña a través de las páginas de los libros se transforman en aventuras reales, en mil vidas vividas. Si tuviera que retratarme de alguna manera, así sería: rodeada de libros, de historias, de vidas. Todas en una.

Jeffers y Winston supieron captar la adrenalina que todo lector siente al abrir la primera página de un libro. Sus ilustraciones y collages completan las palabras, simples, pero ciertas. En su relato descubrimos retazos de historias que formaron nuestra infancia: Hansel y Gretel, Alicia en el país de las maravillas, entre tantos otros. Recorre el pasado desde la imaginación y la creación.

Un libro que todos deberíamos tener en nuestras bibliotecas para encender la llama de la imaginación y alentarnos a sentir como niños.

Literatura infantil: historias que alimentan nuestro niño interior. Por: @viajarenpalabras

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