Un 12 de junio en 1889, Cecilia Grierson marcó un antes y un después en la historia de nuestro país al ser la primer mujer en recibirse de médica y la primer mujer con un título universitario en la República Argentina.
Nacida en Buenos Aires en 1859, maestra, filántropa y primera médica de nacionalidad argentina, fue una mujer dispuesta a perseguir sus sueños. Grierson debió enfrentarse a los prejuicios y estereotipos de la época para recibirse a los 30 años de edad. Durante su vida laboral, se le negó el permiso para poder practicar cirugía y, por ese motivo, dedicó muchos años a las especializaciones de obstetricia y ginecología.
Ser mujer para Cecilia Grierson no fue fácil, sus colegas no sólo la observaban continuamente para develar sus debilidades, sino que también hicieron lo imposible para evitar que ella pudiera desarrollarse como profesional. Se postuló para ser profesora sustituta de la Cátedra Obstetricia para parteras, sin embargo, no pudo acceder al cargo porque el concurso fue declarado desierto. A su vez, su condición como mujer hizo que se le negara la posibilidad de ejercer un cargo de docente en la universidad.
Estos hechos de injusticia la impulsaron a formar parte del “Congreso Internacional de Mujeres”, realizado en Londres en 1899. Diez años más tarde, presidió el “Primer Congreso Feminista Internacional de la República Argentina”, convocado por la Asociación de Mujeres Universitarias. Su objetivo principal fue promover, a través del ejemplo y de la lucha, la revolución femenina en la vida cotidiana y en asuntos de la agenda política y social, tales como la designación del sufragio femenino.
Cecilia Grierson, la primera médica argentina, fue una mujer de increíble fortaleza y perseverancia, que luchó por alcanzar sus sueños y que, sin saberlo, abrió una puerta para todas las mujeres de nuestro país.
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